Cada vez que recibimos un briefing del cliente surgen las mismas dudas, esos agujeros negros que te dejan como antes de recibir el documento, pensando qué demonios quieren que hagamos cuando ni ellos mismos tienen claro cuál es su problema de comunicación. Dentro de este desconocimiento general siempre podemos encontrarnos con clientes que esperan que la agencia lo haga todo: detectar el problema, plantear la solución al mismo y ejecutarla; todo en uno, por supuesto al precio más bajo posible. Elemental queridos creativos. Por eso planteo la iniciativa “Apadrina a un cliente” como un servicio extra que las agencias realmente ofrecen sin cobrar por ello. Cuando el cliente está perdido y no sabe qué quiere, “sólo algo online en redes sociales”, pero no sabe ni a qué grupo le habla ni qué mensaje quiere transmitirles estamos perdidos, Capitán. Estamos bien perdidos porque eso significa que antes de comenzar con propuestas creativas y de medios hay que detectar el problema de comunicación de la empresa y la relación con su público interno y externo; lo que se traduce en horas de trabajo para cuentas que después difícilmente se van a poder cobrar al cliente. Así que es hora de que creemos un nuevo concepto facturable, el apadrinamiento o lo que es lo mismo el servicio de orientación y acompañamiento al cliente durante su proceso de definición de estrategia de comunicación, objetivos, debilidades y fortaleza, etc. En resumen, un asesoramiento para el departamento de marketing/comunicación de la empresa que nos ahorre el estar dando palos de ciego hasta dar con el problema; algo que no tiene precio para la agencia pero sí para el cliente.
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