No tengo ni idea de quién sea Stephen Covey, pero alguna vez escuché en alguna conferencia de multinivel (a la que fui engañada), que él definía responsabilidad como esa habilidad que tenemos para elegir respuestas. Muy acertado el pensamiento. Ahora bien, en el ‘mundo mundial’, todos hemos dicho alguna vez cosas como: “quiero ser mi propio jefe, sin horarios” y creemos idílicamente que nos ganaremos la ‘plática’ fácil. Pero, ¡Error!, cuando queremos emprender y lanzarnos al ruedo es cuando más se trabaja, porque ahora las cosas son para nosotros y no para otros. Usted que está leyendo esto y aún es empleado, reflexione sobre lo que quiere hacer más adelante, espero y deseo que su sueño no sea ser empleado de alguien toda su vida,, a veces es bueno que las expectativas de vida vayan mucho más allá de lo que pensamos cuando nos íbamos a graduar de la universidad, ahí nuestros pensamientos aún eran vagos. Continuando con el tema de emprender, durante mi vida me he topado con personas emprendedoras (o bueno quienes creen serlo), de diferentes tipos:
- La que emprendió en Herbalife y le funcionó.
- La que emprendió en Herbalife y no le funcionó.
- La que estuvo en todos los multiniveles que han salidos y jamás hizo nada.
- El que vendía productos de dudosa procedencia.
- El que tenía como cinco compañías en su mente y ahí se quedaron.
- El que fracasó, lo tomó positivamente y siguió intentando.
- Entre otras.
Este último es bien importante, porque dejémonos de bobadas pero para triunfar hay que fracasar, o sino que no lo diga Trump el empresario “visionario” que de 20 negocios que tiene fracasó en 17 y por ahí va la cuenta, pero el hombre sigue ‘en pie de lucha’ intentado ser el magnate certificado por los Records Guinness. Si él pudo nosotros también. En la vida se tiene que ser empleado, sí, así uno puede absorber un poco de aquí, de allá y de ‘poracuya’, percibir errores e intentar solucionarlos y eso ayudará poco a poco para tener nuestro propio negocio, compañía o como se quiera llamar. Para nadie es un secreto que como empleado muchas veces se recibe un sueldo que no cubre lo que realmente uno hace o muchas veces le pagan a uno por dormir, así como a los que están en el congreso de nuestro país, pero y ahí uno ¿qué aprende? ¡Aplausos! Déjeme preguntarle algo señor lector, ¿Para qué un buen sueldo en un lugar donde no es feliz?, ¿Para qué?, si cuando más allá de lo permitido por la organización terminamos regañados por “soñadores” y “creativos” con lo que no es de uno. No es el deber ser, la vida se trata del querer hacer. “Ordene esos papeles, entregue el informe, compre el café”, pues no. Para eso estudiamos algo que nos gusta para ser felices y hacer lo que queremos para toda la vida, por que vaya que si es una decisión difícil como para venir a ser infeliz. Yo quiero ser soñadora, no quiero trasnochos en vano, quiero esforzarme por algo que realmente le pueda dejar a mis descendientes, no dejarles solo mis deudas y ponerlo a cargar con la cruz de mis frustraciones, de eso no se trata la vida, quiero animarlos a seguir su corazón con una pizca de razón. Emprender es escuchar el corazón, ser empleado es escuchar el bolsillo. AUTOR Milly Vargas Nacida en Bogotá, Colombia. Realizadora audiovisual y Comunicadora social – periodista en proceso. Amante del hecho de plasmar mis pensamientos en una hoja, prefiero la hoja y el papel. Regida bajo la premisa “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Inquieta y creativa. Soy un ser histórico que busca compartir sus experiencia de una manera atractiva. Sígueme en Twitter @NuncaPense y en Tumblr: http://nopasanada-so.tumblr.com Imagen cortesía de iStock
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