En un texto anterior hemos hablado sobre las cosas que podemos hacer para ser más creativos. En este, en cambio, hablaremos de las cosas que nos impiden desarrollar nuestro potencial imaginativo. Thomas Kuhn ha escrito un libro que se llama `La estructura de las revoluciones científicas´, que podría servirnos mucho para entender cómo nuestro entendimiento está amarrado a pesados paradigmas. Vamos a ver: 1- Las prisas estimulan, pero también bloquean. Muchos han sentido que cerca de la hora final la creatividad aflora, pero muchas veces tal creatividad no es creatividad, sino ocurrencia, embeleco, engañifa, truco… vaya, ardid. Las prisas son el ruido del alma, creemos. Hacerlo todo rápido es bueno, pero tener tiempo es mejor. El tiempo es el padre del fruto maduro. En el Juicio Final nacerán sendos retóricos que presentarán sus vidas como se presenta una campaña publicitaria para justificar sus pecados. Já. 2- Miedo al desempleo o al ridículo. ¿Qué hacía el Quijote para lograr sus hazañas? Se exponía al ridículo, y en el teatro del mundo argumentaba para defender sus ridiculeces. Somos contradictorios, pues hablamos mucho de creatividad, pero no soltamos los miedos utilitarios. ¿Por qué una idea ridícula no habría de servir? ¿Quién tiene la vara de la verdad? 3- Cansancio. A veces no percibimos que estamos cansados. El cansancio mental se nota así: imprecisión en los detalles, poco desarrollo de los argumentos, imitación constante. Si estás cansado y no puedes descansar, procura que con una actividad puedas producir tres más. Si tienes que hacer un guión de radio para una marca, un guión de televisión para otra y tres reportajes publicitarios para una más, no te pongas a leer tres textos diferentes para inspirarte, sino uno solo que tenga algo en común con los tres clientes. 4- La especialización nos mata. Podemos ser genios en electromecánica, pero niños ingenuos en ciencias políticas. Abarcar mucho y apretar mucho es posible si tenemos una buena guía espiritual. Y la mejor guía se llama filosofía. Todo el mundo sabe que los que comprenden algo de filosofía comprenden algo de todas las cosas. La filosofía es una taxonomía o `software´ que nos permite pensar más rápidamente. 5- Mala alimentación. A cada actividad específica le corresponde una alimentación específica. Comer como albañiles, beber alcohol con ínfulas de Poseidón y trabajar como redactores o creativos no dará resultados. Estar a dieta alimenticia y en engorda de ideas nos volverá locos. Come bien. Buen día, Comunidad Roastbrief. Fotos cortesía de Fotolia.
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