Es claro que las marcas cada vez intentan interactuar aún más con las marcas, pero ¿a costa de qué? Hace unas semanas presentamos el caso de NIVEA, donde personas al azar eran sometidas a una situación de estrés de manera creativa; al final, les presentaban una crema para que cuidaran su piel de los estragos del estrés. Esta vez, sometemos a cuestión dos acciones publicitarias. La primera se trata de un cinema que baja su temperatura a grados bajo cero antes de comenzar la película. Mientras, pasan unas imágenes y testimonios de personas que viven en la calle y sus experiencias vividas en el frío. Después de esto, los espectadores pueden hacer donaciones a una fundación para ayudar a indigentes. http://www.youtube.com/watch?v=DEVN8sMHGMc El segundo caso, es publicidad para una película llamada “Dead Man Down”. En un elevador se simula que dos hombres forcejean, uno intenta asesinar al otro. Las reacciones de las personas son variadas, y eso cuestionan en el video: si te encontraras una situación similar, ¿cómo reaccionarías? http://www.youtube.com/watch?v=qo6Jzh7SHRA A nuestro parecer no hay punto de comparación. El primer caso busca un objetivo constructivo, la solidaridad. Se somete a las personas a que vivan una situación similar y sientan en carne propia los padecimientos de otros. En el segundo caso la situación es extrema, recreando violencia para promocionar una película, claramente violenta y con el riesgo de dañar a otras personas (un caso de infarto o similares). Parece que la publicidad está tocando límites al interactuar; se busca involucrar a las personas para crear empatía y generar esos tan valiosos sentimientos, pero debemos tener en cuenta los objetivos y efectos secundarios que provocan en la gente, ¿tú, qué opinas?
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