Lo fácil que se ha vuelto la vida en estos días gracias a la tecnología y a la comunicación, ha hecho que ciertas actividades, palabras o tradiciones se vulgaricen. Esta vulgarización tiene sus partes buenas, como que la cultura llega a más personas (en teoría), pero también trae el desgaste y la interpretación errónea de ciertos conceptos. Uno de esos conceptos es el arte. Arte le llaman desde vaciar un bote pintura negra hasta prender y apagar luces. Arte también le llaman a ‘hacer una lista del super y combinar tu ropa’. Así que arte le llaman a cualquier actividad que pueda hacerse con amor, o al menos, sin quejarse, aunque sea una obligación. Buchanan’s en su nuevo comercial nos muestra una actividad que, si bien no puede ser considerada como arte por los clásicos y los conocedores del verdadero arte, tiene un gran halo sensible. Los olores, los sabores, las texturas. Ello implica una gran atención por parte de quien elabora una bebida, e incluso, hay un poco del alma de quien lo prepara. Le dedica tiempo, lo hace con amor, lo disfruta. Así está hecho el Buchanan’s, con lo mejor de sus personas y con la mezcla de los ingredientes perfectos. Quizás quieran llamarle arte, pero es una gran pieza sensible que invita a los sentidos ajenos a invadirse por esa bebida y con ella.
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