¿Cuántos de nosotros elegimos estudiar mercadotecnia porque creíamos que era lo único que nos podría gustar, porque era lo que estaba de moda, porque no habrían muchas matemáticas, porque nos habían dicho que en esta carrera estaban las chicas más guapas de la uni o tal vez porque pensábamos que la mercadotecnia solamente era pensar en una idea buena para anunciar un producto?. En los primeros semestres de la universidad nos damos cuenta que la mercadotecnia no era lo que pensábamos, no solo se trataba de buenas ideas para anunciar un producto, nos dimos cuenta que había mucho más números de los que esperábamos y para acabarla de amolar, las chicas para tu punto de vista no estaban tan guapas como te lo habían comentado. Pero es ahí donde comienzas a aprender lo que es en realidad la mercadotecnia, ahí te das cuenta que la publicidad está dentro de una de las famosas y cada vez más numerosas “Ps” y comienzas a notar que para ser un buen mercadólogo necesitas saber de muchas otras carreras o disciplinas tales como la economía, sociología, psicología, literatura y más. A lo largo de la universidad comienzas a apasionarte por un área en específico, hay personas que se enamoran de la investigación de mercados, otras que prefieren más el área de promoción de ventas o de plano otros tomaron un camino distinto como el de cambiarse de carrera o convertirse en un “nini” prematuro. Mientras sigues avanzando en la universidad te sientes más y más experto en tu campo y comienzas a hablar del tema y hasta en una reunión con tus amigos de la infancia o con tus papás comienzas a demostrar que ya eres todo un mercadólogo y además eres experto en una de sus ramas. Pero pasa lo que algún día tenía que pasar… Terminas la universidad y encuentras trabajo sobre lo que según tú, dominas. Dios santísimo… No tiene que pasar un día para darte cuenta que según tú, tus maestros no saben nada ya que casi ni entiendes los términos y las cosas que dicen en tu trabajo, y ¿Sabes qué? Es ahí donde te das cuenta de lo apasionante y cambiante que es el mundo del marketing ya que lo que a ti te habían enseñado en la universidad, ya es casi obsoleto pero sin duda es una base fuerte para comenzar a convertirte en un gran publicista, investigador de mercados o mercadólogo en general, ya que es ahí cuando aprendes que es necesario estudiar todo el tiempo para mantenerse al día. En ese momento te darás cuenta que ya no es necesario estar alardeando con tu familia o amigos sobre lo que haces (bueno, solo de vez en cuando) y mejor puedes dedicarte a mantenerte informado y a ser mejor día a día en lo que haces.
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