Seguramente, has escuchado cientos de veces en congresos, en visitas a agencias, en pláticas con creativos o en foros que las ideas, nacen o vienen de la calle. Sí, es verdad. Un famoso experto de la revista Vogue, dijo que la creatividad máxima para vestirse, está en la calle, y en específico, en las clases menos favorecidas. ¿Por qué? Porque la escasez es la madre de la creatividad. Cuentan que Shakespeare, que era empresario y dueño de su teatro, escribía mejor bajo presión. La presión, la disminución del tiempo, la angostura, produce el efecto de la manguera apretada, el efecto de disparar con más fuerza el agua, aunque el agua disparada sea menor en cantidad. Pero lo ideal, es tener tiempo para pensar. Cuando nos piden pensar o encontrar insights (en el Social Media Marketing, los insights ahora se llaman clic-sights), nos vemos en la dificultad de la observación. ¿Qué observar? ¿Cómo observar? ¿Cuáles son las técnicas de observación más útiles para economizar tiempo? Fuimos con nuestros sociólogos, inventores del OTL, y les preguntamos cuáles eran los diez tips que le darían a cualquier profesional para observar a la gente en el supermercado, al comprar ropa interior, al conducir, al besarse o al rezar en la iglesia. Aquí los tips. 1- Observa los objetos. Existen tres clases de objetos: tecnológicos, estéticos y productivos. Entre los tecnológicos, están los móviles, los ordenadores o los coches. Entre los estéticos está la ropa, como las gorras, las camisas o las faldas. Entre los productivos están las cosas que usamos para trabajar, como lápices, hojas, programas computacionales. Observa a cuál de las tres clases le pone más atención tu cliente y descubrirás cuáles son sus motivaciones. 2- Observa la información a la que se expone la gente. Investiga cuáles son las revistas, las canciones, las películas o los libros que lee tu cliente y trata de determinar cuáles son los campos semánticos que más usa. Así, podrás hacer una lista de valores promovidos por tu público. 3- Observa la conducta. Hay cuatro tipos de conductas según la sociología de Habermas. Está la teleológica, la dramatúrgica, la normativa y la comunicativa. La teleológica es la conducta que presentamos en los asuntos importantes, como en un examen final, en un campeonato o en una intervención médica. La dramatúrgica es la conducta que presentamos cuando queremos quedar bien, fingir, lucirnos. La normativa es la conducta que tenemos para evitar sanciones legales. Y la comunicativa es la que tenemos cuando deseamos entender a los demás. Si tu amigo hace dramas y actúa ante un problema policíaco, tu amigo no se está tomando demasiado en serio la situación y por ende, siente que domina las circunstancias, por dar un ejemplo. 4- Observa los gustos de las clases sociales. Las clases altas y medias, buscan la función, mientras que las bajas, buscan la forma. En la ropa, en la comida o en la tecnología, el hombre de la clase baja pregunta para qué sirve. En cambio, la clase alta pregunta cómo se ven las cosas aunque las cosas que compra no le sirvan. 5- Observa el lenguaje de las generaciones. Los abuelos promueven el sudor, el esfuerzo, la estabilidad. Nuestros padres promueven lo presente, la vida dinámica, la astucia. Nosotros, jóvenes, promovemos la información, el conocimiento, la velocidad. Cuando una generación sigue promoviendo los mismos valores que la anterior, podemos asegurar que no ha habido progreso, podemos agrandar nuestro target. 6- Observa la profesión de los padres de tus clientes. Los hijos de los ingenieros, de los matemáticos, de los contadores, poseen valores como la precisión, la certeza, el cálculo, y tal vez los rechacen por el instinto de rebeldía innato en el ser humano. 7- Observa la raza de tu cliente. La etnología nos ha enseñado que la piel, el cabello, los ojos, las manos, en fin, la estructura de nuestro cuerpo, influye de forma determinante en nuestra percepción del mundo. Si tus clientes son españoles, entonces traen ciertas disposiciones hacia el clima, hacia la comida, hacia la ropa. Para conocer el inconsciente de cada raza y de cada cuerpo, estudia la historia del pueblo al que le hablas, pues la historia va inoculada en nuestra forma de ser, aunque no nos demos cuenta de ello. 8- Observa las obras de arte que admira tu cliente. En las canciones, sobre todo, están las reglas de una población. De hecho, alguien dijo que si lo dejaran escribir las canciones de un país, no necesitaría escribir códigos mercantiles o constituciones políticas. 9- Observa cuáles fueron los arquetipos que marcaron a tu cliente. Interésate por la infancia de la gente a la que quieres venderle. Descubre cuáles fueron sus héroes, sus ídolos, sus ejemplos a seguir. 10- Obsérvate a ti mismo. Si no te conoces bien, si no sabes cuáles son tus preferencias, prejuicios o nociones, distorsionarás todo lo que observas. Esperamos que este breve ejercicio, en el cual se fundamenta el OTL (observación On The Line en las Redes Sociales), te sirva de algo. Si quieres ser un gran publicista, es decir, un experto en el ser humano, sigue estos consejos. Buen día, comunidad Roastbrief. Es hora de comerse el mundo con los ojos.
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