Internet, lo sabemos, se mueve, avanza y se transforma tan rápido que a esta altura, cosas que pasaron hace pocos años suenan a historia antigua y medieval. Por eso de vez en cuando conviene revisar aquello que sucedió, sobre todo cuando significó un importante punto de partida para lo que vivimos hoy. Es el caso de la campaña “Subservient Chicken” (“Pollo Servil”), hecha por Burger King en 2004, de la que no resulta exagerado afirmar que surgió el marketing viral como lo conocemos. Era un website extraño, medio terrorífico, en el que podías escribir algo y hacer que un tipo vestido con un ridículo disfraz de pollo hiciera eso que escribiste. Por eso era un pollo servil. Cuando apareció, no muchos se dieron cuenta de que era una campaña de marketing. Pero lo era: la hizo la agencia Crispin Porter + Bogusky para Burger King, y fue tremendamente exitosa. El sitio recibía 8 millones de visitas diarias, y los usuarios permanecían conectados un promedio de 10 minutos (cifras enormes hoy, imaginen lo que eran en 2004). La campaña se realizó para el sandwich de pollo “TenderCrisp”, y como parte del concepto de la marca “Have it Your Way”. Ese sandwich se publicitó por primera vez con el personaje del Pollo Servil en un comercial llamado “El Chaleco del Pollo Servil”, en el que un hombre sentado en su living le da órdenes a una persona disfrazada de pollo para que haga lo que él le dice. El claim final era “Pollo como te guste”. De acuerdo con Jeff Benjamin, entonces Director General Creativo de la agencia, la campaña evolucionó de una idea televisiva a una interactiva. En el sitio, el Pollo era capaz de cumplir con más de trescientas órdenes: pelear, dormir, hacer yoga, bailar un tango, bailar como John Travolta, en fin. “Subservient Chicken” se basó en algunos programas que la TV estadounidense pasaba tarde a la noche, especialmente shows surrealistas y medio drogones como Adult Swim. Apuntaba a jóvenes de entre 20 y 30 años, e intentaba (y lograba) ser algo contracultural y con cierta actitud. Hoy, los responsables de la acción sostienen que, hasta cierto punto, su éxito sigue siendo un misterio. Ese éxito llevó incluso a la introducción del personaje del Rey (“King”), que originalmente iba a ser raro como el Pollo pero que hoy es aceptado como la mascota de la marca, su Ronald McDonald. Y ese éxito también convirtió a Crispin Porter + Bogusky en la agencia de moda en los EE.UU. Se pusieron de moda porque demostraron ser capaces de tomar marcas ya antiguas y modernizarlas a través de Internet. Según el escritor Will Leitch, en los primeros tiempos de Internet todos pensaban que era el futuro y nadie sabía qué quería decir eso. Lo que gustaba era que todo estaba al alcance de la mano, y gratis: Websites, música, películas, y más. A nadie se le ocurría que Internet iba a servir para hacer dinero; era crear por el solo hecho de crear. Pero en el fondo, era inevitable su monetización, y eso es lo que lanzó Subservient Chicken: era raro, divertido, bizarro, y resultó que era para Burger King. Fue en ese momento cuando se descubrió el potencial de Internet para el marketing. Recordemos que en aquel entonces aún no existían las redes sociales, lugares donde hoy estaría alojado el Pollo Servil. Y recordemos que, pese a eso, en 2004 el Pollo era tema de conversación obligado en todas las agencias. De todas ellas, cuántas pudieron replicar la creatividad y el suceso de la campaña, bueno… Esa es otra historia. (Fuentes: marker.medium.com, Wikipedia)
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