Cuando estamos en nuestra adolescencia se nos presentan una cantidad de dudas en relación a lo que queremos ser, muchos en ese proceso vamos cambiando entre muchas alternativas según a veces vaya influyendo la presión social y el núcleo familiar, sin embargo, para algunos llega el momento donde tomas la decisión en formarte para lo que te apasiona, en mi caso ocurrió cuando decidí escoger ser publicista. Cuando comencé la formación me di cuenta de lo profunda e importante que es esta carrera para el sistema económico y social de los países, allí entendí la responsabilidad que teníamos y el compromiso en los hombros para cada día ser mejores y aportar la excelencia de nosotros, entendí lo fundamental que es para lograr el ecosistema de consumo de las marcas, y es allí cuando reflexioné que no cualquiera es Publicista, esta es una carrera que a mi parecer siempre ha sido subestimada por muchísimas personas, desde altos ejecutivos de empresas hasta departamentos ajenos a ella dentro de las organizaciones, y a mi criterio particular, creo que parte de esto ocurre porque nosotros hemos permitido que eso suceda, por indistintas razones, hemos sido participe de que personas que no se formaron en la carrera sean los líderes de malas campañas, que en las solicitudes de empleo busquen Gerente de Publicidad o Mercadeo que sean profesionales en otras áreas inclusive en ciencias formales , ojo, no tengo nada en contra de estas profesiones, inclusive las respeto y admiro muchísimo, pero no son tan expertos, y al no serlo cometen errores que dejan muy mal al gremio. Yo creo que una de las razones del porque a veces se pierde la esencia de la carrera, obedece a la demanda tan extensa de conocimientos que debe manejar un publicista para ser exitoso, muy pocas carreras necesitan profundizar en tantas áreas del conocimiento como la publicidad, un publicista debe conocer a fondo sobre las principales ciencias sociales: la Comunicación, Psicología, Economía, Sociología, Lingüística, Artes, Lenguaje de la imagen, Leyes y además de ello, también profundizar en otras más Complejas como la estadística, matemática entre muchas otras, sin contar con las nuevas áreas de aprendizaje que se incorpora con la era tecnológica, donde se hace indispensable el conocimiento completo del esquema digital en todo su esplendor, esto hace que el profesional que decida emprender este camino sea una persona abierta al conocimiento y además culto por naturaleza en su estructura. En lo particular, yo apuesto porque seamos amplio en el conocimiento pero nos especialicemos en el área donde creamos que tenemos mayor talento, esto de seguro dará excelente resultado y permitirá destacarnos, y así demostrar que para poder honrar la profesión debemos tener un talento único que genere un valor intangible en la sociedad, para de esta manera comenzar a ser percibido de manera diferente por el sistema, y que se traduzcan también en beneficios integrales como mejores remuneraciones y reconocimiento continuo a nuestro desempeño, pero para que todo eso ocurra debemos primero creérnoslo. ¿Qué opinan ustedes? Imagen cortesía de iStock
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