Ya casi es febrero, sí, soy un adelantado a mi época y pienso ya en lo que estaré haciendo en dos meses. De la misma forma en la que para mí los lunes son casi viernes. Pensando en el amor, ese que según Don Draper se creó para vender pantimedias, yo creo que el amor verdadero es aquél que le tenemos a nuestra dupla o al aguinaldo que muchos ya se gastaron (no se hagan). Muchos pensarán en aquél gráfico o copy que los complementa de manera perfecta y sabe cuánta salsa le ponen a su taco, que los ha llevado por un remedio post ingesta de etanol o que se ha convertido en su mejor amigo, algo tan poderoso y cercano que los convierte en su cómplice, bola de cursis. La mayor parte de la gente piensa que las duplas son enteramente creativas: gráfico+copywriter= dupla. Y está bien, para mi la dupla que realmente se debe fomentar y es aquella que hoy en día es casi un mito es el dúo original: creativo y cuentas. No sé bien en qué momento cuentas o servicio a cliente, como originalmente se llaman esos entes, se convirtió en un toma recados y forwardea correos; existen excepciones, acá no hay absolutos ni generalizaciones. En mi experiencia, que es poca pero es mía, he tenido la oportunidad de colaborar con gente de cuentas que realmente les interesa el negocio y no solamente fungen como capataces o jugadores de baseball que no pitchan, ni cachan o mucho menos dejan batear. Les doy un ejemplo, tiempo atrás, le entregué a una ejecutiva de cuenta un archivo donde le presentaba que el precio de la caña iba a subir. Ella simplemente no entendió por qué le compartía esa información, lamentablemente llevábamos una cuenta relacionada con dulces y esos productos no usaban un edulcorante extraído del maíz o de agave, usaban azúcar, seguramente ella pensaba que el azúcar sale de una bolsa que encuentra en el supermercado. Total. Otro caso realmente bello, viene de una Directora de cuenta, que se involucró el último día de un pitch realmente importante, cuando su jefe y yo estuvimos trabajando durante dos semanas, incluyendo fines. Así no baila mi hija con el señor, simplemente no. Existe el lado opuesto de la moneda, cuentas que te retan, que complementan y trabajan en beneficio del equipo, ya saben ese ser mítico que apoya las ideas de la agencia, que no se echa para atrás o dice “es que son muy arriesgadas” cuando lo único riesgoso en nuestro negocio es dejar de proponer, queridos chatos, este tipo de cuentas existe. Con esta dupla he tenido experiencias realmente increíbles que derivan en felicidad para todos. El secreto de encontrar a la dupla perfecta está en el nombre de lo que hacemos: negocio creativo.
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