El mostrar la efectividad de un producto, de manera tangible para el consumidor, a la hora en la que se está publicitando ese mismo producto, probablemente, resulta algo muy difícil de conseguir. Las cualidades de un producto, generalmente, sólo son comprobadas al momento de adquirirlo. Al menos, esa es la única manera certera que un consumidor tiene para que, por su propia cuenta, sepa si ese producto le satisface o no. En este caso, la marca Fuzz Wax Bar, enseña que no sólo es posible demostrar directamente las cualidades del producto cuando a este se le hace publicidad, sino que además, simultáneamente se puede atrapar al consumidor dándole promociones con la muestra de dicha efectividad. Este grandioso BTL hecho en Canadá, con la colaboración de la agencia Lowe Roche, manifiesta que con el suficiente ingenio y creatividad (así como la disposición de algún valiente) se pueden hacer grandes cosas de una manera muy simple y divertida.
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