Richard Laermer y Mark Simmons proponen que para sobrevivir en los negocios hay que adoptar una actitud totalmente nueva a la que han bautizado como «Punk marketing». Consiste en comprender que la distinción entre comercio, contenidos y consumidores ha desaparecido y ha llegado el momento de darle al consumidor el control sobre la marca. Además, consiste en tomar una actitud totalmente diferente hacia la creación de ideas, ya que el Punk Marketing plantea que debiera tomarse en cuenta todo aquello que tu mente rechaza sistemáticamente cuando se te ocurre una idea considerada como una locura. Los creadores del punk marketing aseguran que este método potencia la creatividad y da rienda suelta a ideas más creativas. En pocas palabras, el PUNK MARKETING propone trasladar la filosofía punk al marketing y esta es: “Introducir un cierto caos controlado en el trabajo para dar rienda suelta a las ideas de los demás”. Otros principios que maneja el punk marketing son: Apostarle al riesgo, ya que los autores manejan que “evitar el riesgo es morir”. Posicionar y segmentar: “Tratar de serlo todo para todo el mundo conduce a significar poco para todos”. No queremos ser poco para todos, más bien queremos significar mucho. Ser honestos como marca: ganarse la confianza del consumidor. Aceptar que en la marca, imagen de la compañía, productos y servicios mandan los clientes.
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