Recibimos una orden de trabajo y tenemos que redactar, rápidamente, una nota que hablará sobre algún restaurante o sobre algún automóvil. La misión de las notas consiste en contextualizar. No olvidemos que todas las campañas de comunicación tienen tres niveles, a saber: contexto, texto y pretexto. Pensemos en el contexto. ¿Qué es? Es una envoltura, un fárrago de informaciones indirectamente relacionadas con nuestra marca. ¿Hablaremos sobre el `Les 7 Portes´? ¿Qué haremos para contextualizarlo? Podemos hablar de los artistas o personalidades que han comido ahí. Una marca debe rodearse de símbolos, debe hacer metáforas con otras marcas, gente o empresas. ¿Qué es el texto? El texto es la representación de la marca en acción. «Haz», «Ven», «Junta», «Mira», «Goza»… así, con actos, suelen comenzar los eslóganes o llamados memorables. Vayamos armando uno. «Goza donde gozó Dalí»… Hablemos, ahora, del pretexto. ¿Qué es? Es una ocasión, una oportunidad. ¿Por qué no invitar al comensal a paladear los vinos que probaba Dalí pretextando una exposición de Dalí? Una nota eficaz no siempre es una nota estructurada, correcta, uniforme. Una nota debe parecer espontánea, salida del pecho, del corazón, y no de la razón. Buen día, Comunidad Roastbrief. Imagen cortesía de Fotolia.
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