Revisando el baúl de los juguetes viejos, puedes hallar recuerdos que ni siquiera sabías que atesorabas, piezas que te arrebatan una sonrisa de inmediato pues, como por arte de magia, despiertan emociones especiales dentro de ti. Justo igual pasa con la buena publicidad; piezas emotivas que apelan a tu lado más sensible para quedarse contigo por mucho tiempo. Checando ese baúl, hoy nos encontramos con un genial trabajo de animación de 2010 para Nolan’s Cheddar: http://www.youtube.com/watch?v=6tCtM8UEQv8 Un elemento que en principio rechazaríamos en la cocina, se convierte en un foco de ternura y empatía gracias a la música de fondo y al sutil uso de gestos humanos en el personaje. El detonante lógico da el pase perfecto para el giro en la trama, el ratoncito sobrevive a la trampa y la marca resulta el héroe de la película.
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