“¡Dejá, puede que algún día sirva!” Esa ha sido la respuesta de mi madre para distintas situaciones. Me lo dice para rescatar cachivaches y me lo dijo, en su momento, para que continuara en clases de oratoria y lectura. Si bien no he hallado utilidad alguna en los adornos de la sala, si he visto cómo aquel aprendizaje me ha ayudado en salas de reuniones y frente al computador. Lo bailado y lo aprendido nadie nos lo quita.
La posibilidad de aprender de todo un poco, es un regalo invaluable que nos da la industria publicitaria. Ya sea por fuerza mayor, para aprender del negocio de nuestros clientes, o bien, por decisión propia para amedrentrar al temido bloqueo creativo. Nos ganamos la vida pensando y para ello, qué mayor combustible que embelesarnos ante lo desconocido.
Hago mención de esto, porque el 2018 no lleva frenos y ya casi entramos en abril. No sé cuántos de tus propósitos cumpliste en el 2017 pero si pudieras hablar con tu “yo» de hace un año, ¿no te gustaría haberle podido motivar para que aprendiera tan solo una cosa más? Ensanchar tu espectro creativo es firmarte un pagaré a ser cobrado por ti en el futuro. El secreto está en aprender de los demás, aprender para y sobre ti.
Tu carrera es importante, la industria cambia tanto que ya no basta decir “soy redactor y no diseño” o “si diseño pero no animo”. Con los cursos en línea, todo ello quedó atrás. Invierte en ti, desarrolla otras áreas, hay cursos para todo los presupuestos e intereses. Tal vez te cuesta hacerlo en línea pero no tengas miedo de preguntar a otros, ya sea que te recomienden instituciones o que ellos mismos te ayuden, lo peor que puede pasar es que quedes como alguien que quiere llegar a ser más.
«La agencia es tu escuela» dicen algunos. Si bien se aprende mucho en la agencia, la verdadera escuela está afuera cuando aprendes de los que te rodean. Oblígate a salir de lo que ya conoces, aprende a bailar, a coser, anda a clases de filosofía, haz algo que te incomode. Porque si bien no llegues a ser experto, vas a ganar y fortalecer habilidades, sumergirte en otras realidades y notar que dentro de tu mente hay más profundidad de la que creías.
Por último, aprende de vos, la introspectiva os hará libres. 365 días es bastante tiempo para aprender a escucharte, para descubrir lo que te mueve, lo que disgusta, lo que te causa envidia y lo que te hacer arder por dentro. Descubrí tu fuego y verás luego lo fácil que se hace aprender con la motivación correcta. Aprende a fallar y a perdonarte, un proceso que trae consigo el crecimiento.
Esto que digo no es nuevo, de hecho uno de los hombres más creativos que tuvo nuestro tiempo lo dijo mejor en este video:
Piensa que solo nos quedan nueve meses para cumplir con la trillada frase: “este año si la voy a romper”. Hazlo realidad que no pase otro año sin que crezcas. Ten la fe de una madre latina y dedícate a aprender a ciegas, a sabiendas que en su momento, ese saber sí que te va a ser útil
AUTOR
Gerardo Gómez
Lloro en las películas de amor y aplaudo al final de las buenas ideas.
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