Entre las muchas frases ingeniosas que creó, Oscar Wilde dijo que el sarcasmo es “la forma más elevada de la inteligencia”. Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia, la Universidad de Harvard y la escuela de negocios INSEAD parece confirmar la afirmación de Wilde. El estudio fue publicado en el periódico Organizational Behavior and Human Decision Processes, y asegura que el sarcasmo puede alentar los procesos de pensamiento creativo. Debido a que el sarcasmo fuerza a la gente a pensar más acerca de una aseveración para entender su verdadero significado, exige un mayor pensamiento abstracto y, de paso, ayuda a la gente a hacer conexiones creativas. Los investigadores hicieron varios tests que consistían en conversaciones simuladas: los participantes fueron instruidos para hablar de manera sincera o sarcástica. Aquellos que se habían expresado con sarcasmo o bien habían escuchado declaraciones sarcásticas, resolvieron mejor los desafíos creativos que les fueron presentados luego. El mismo estudio reconoce que el sarcasmo tiene un costado negativo, ya que si bien ayuda a pensar “fuera de la caja”, también puede sonar odioso. Es decir, puede estimular la creatividad pero también llevar a una pelea. Pero no siempre tiene que ser así; según uno de los autores del estudio, Adam Galinsky de la Universidad de Columbia, “no es lo mismo el sarcasmo entre personas que se tienen desconfianza que entre aquellos individuos con una relación cercana”. Un dato muy interesante hallado por los autores es que la persona que se expresa con sarcasmo piensa que sus afirmaciones son muy divertidas. El receptor del sarcasmo, en cambio, no le encuentra tanta gracia. ¿Por qué me parece interesante este dato? Porque describe gran parte de lo que hacemos los creativos publicitarios. ¿O no? (Fuente: Mental Floss)
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