En 1935, un inmigrante italiano de nombre Pascual Blasco llegó a Paraguay e instaló una frutería en Asunción, capital del país. Decidió llamarla “Mickey”, como el célebre ratón disneyano, y registró la marca. Recién en 1960 su negocio se amplió para convertirse en una heladería y confitería. Cuando sus entonces propietarios se enfermaron, los hijos de estos decidieron no seguir con el negocio, que cerró por cinco años. Pero luego de ese período, Roque Blasco, uno de los hijos del fundador, empezó a trabajar envasando productos alimenticios y refundó la empresa para elaborar y comercializar galleta molida, azúcar impalpable, arroz, anís, boldo, manzanilla, y otros productos. Hoy el nombre de la compañía es Mickey S.R.L., y se llama así porque le ganaron una demanda nada menos que a Disney. Resulta que en la década de los 90, Disney reclamó por el uso de la marca: en una demanda administrativa contenciosa, pedían que la empresa paraguaya no usara el nombre ni la figura del ratón. ¿Qué pasó? Que en 1993 la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, en tres instancias, falló contra Disney y a favor del Mickey paraguayo. Sucede que la marca, en ese país, está registrada por la firma paraguaya. Disney sigue utilizando la marca en lo que se refiere a cinematografía y entretenimiento, pero la empresa local la registró en el rubro gastronomía. La hoy gerente comercial de Mickey S.R.L. Viviana Blasco, aclara que, debido a que la marca solo figura como tal en el Paraguay, ellos no pueden comercializar sus productos en otros países. Lástima. Se sabe que todo lo que tiene que ver con Mickey, vende. (Fuentes: @damiancoll, hoy.com.py)
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