Bien, no sé si concuerden conmigo o en está ocasión me toque tremenda cagada por parte de ustedes. Pero hace un par de días iba caminando a casa y me puse a pensar lo chingón y lo raro que es la industria de la publicidad. ¿Rara? Sí, siendo honesto no conozco mucho cómo se mueven otras profesiones, no sé si todas tengan algo de raro, supongo que sí, nada en esta vida es perfecto. Pero en la publicidad sabemos que la piedra angular de esta profesión son las ideas, y para poder ganar clientes ¡son gratis! Sí lo más importante que una agencia te puede ofrecer, lo puedes obtener gratis. Yo no me había dado cuenta hasta que hace unos días leí lo fácil que es para una marca reunir a agencias talentosas, ponerlas a competir, a desgastarse, a desvelarse y todo lo que pasa cuando se está en pitch. Lo de menos es que de todo ese set de ideas que se le presentan a la nueva marca, es que por ahí veas la que tu equipo presentó, casi siempre mal ejecutada, eso es lo de menos, lo jodido es, ¿qué pasa con todo el trabajo de las demás agencias? ¿Qué pasa con el tiempo que se trabajó? ¿Con la cena de esa noche? Nada, sí, no pasa nada, porque así es, porque la gente que formó parte de la industria hace varias décadas así lo planteó, así les funcionaba, fue un genio aquel que haya dicho, no me pagues mi idea, y mira lo que te puedo ofrecer si trabajas conmigo. Y claro, los clientes siempre la han tenido cómoda, sólo basta levantar el teléfono y llamar a los presidentes de dichas agencias y en un par de semanas tener buenas ideas al por mayor. Y bueno tampoco se trata de hacerte rico nada más por tener ideas, creo que si las marcas al momento de hacer un pitch aportan un valor monetario, quizá hasta simbólico, las cosas son diferentes, de entrada no escogerían a tantas agencias y tendrían mucho mejores ideas. Penosamente mientras las ideas no se valoren como lo merecen, seguiremos condenados a los tradicionales pitch. A generar ideas gratis. Si la idea es que las marcas eligen a una agencia por saber qué les pueden ofrecer pues que miren el book de la agencia, esa es la mejor manera de saber qué pueden ofrecer. Pero, no, no todo es culpa de los clientes, las agencias también, aunque más que culpa, son objetivos y sobre todo necesidades diferentes, quizá hay agencias que podrían aguantar o decir que no a un cierto pitch, y no pasa nada, pero habrá otras, que no son tan fuertes o solventes y le tirarán a hacer lo que sea, siempre con ganas e ilusión de quedarse con el negocio. Ojalá pronto algo se pueda hacer, ojalá que algo se nos pueda ocurrir y podamos mejorar nuestra industria; hacer que mejore es tarea que nos corresponde a todos. Imagen cortesía de iStock
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