No sabemos lo que queremos pero si sabemos lo que no queremos: no queremos horarios de oficina, ni gente de cuentas que nos digan cómo hacer las cosas, no queremos que nos quiten las redes sociales de donde sacamos toda la inspiración, no estamos dispuestos a bajarle el volumen cuando ingresa un cliente, no queremos órdenes de trabajo que ingresen ya casi al terminar el día pero sobre todo no queremos más cambios sin sentido por parte del cliente. No estamos en posición de negociar tiempos, nuestros tiempos son lo que son porque nosotros sabemos lo que hacemos. Parece tener lógica, de cierta manera es entendible, lo que no se entiende aún es que hay guerras que no valen la pena luchar, no hace falta desgastar el cuerpo, lo que hace falta es entender el negocio y hallar oportunidades entre tantas cosas que disgustan. Los rockstars solo existen arriba de un escenario, utópicamente muchas cosas deberían ser de otra manera pero al fin y al cabo está en nosotros cambiarlo y siempre tenemos la libertad de volar a otro lado pero si decidimos quedarnos; es mejor hacerlo buscando conseguir logros para luego pedir retribuciones. Hay que jugar en equipo, engranar, caminar en la misma dirección, llevarnos bien con todos. En el fondo todos tenemos algo bueno que podemos resaltar, apoyar, ayudar y agradecer nos va a abrir muchas puertas y ojo no solo las de la agencia. Si queremos cambiar la situación en la que estamos, empecemos cambiando nosotros, mejorando una cosa a la vez, quejándonos menos y haciendo más por ayudar al compañero de al lado. Imagen cortesía de iStock
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