El anuncio de «Miss AI», un concurso de belleza de inteligencia artificial, plantea interrogantes sobre la relevancia y ética en la era actual. Si bien se presenta como una celebración de los logros de la IA, ¿realmente necesitamos evaluar la belleza de algoritmos en un momento en que la percepción de la belleza se está diversificando y alejando de los estándares convencionales?
Es el debut de un programa de reconocimientos lanzado por los World AI Creator Awards (WAICA) junto a su socio fundador, Fanvue, una plataforma de suscripción que ofrece contenido generado por inteligencia artificial.
Es preocupante que en un momento en que la sociedad está luchando contra los estereotipos de belleza, surja un concurso que parece retroceder en lugar de avanzar. Además, la participación de figuras digitales como jueces plantea preguntas sobre la autenticidad y relevancia de un evento que parece más una extravagancia tecnológica que una celebración genuina de la belleza y la inteligencia.
El hecho de que el premio se presente como parte de un programa más amplio para reconocer a los creadores de IA plantea dudas sobre las verdaderas intenciones detrás de este concurso. ¿Se trata realmente de celebrar la excelencia en la creación de IA o simplemente de capitalizar la atención mediática en torno a un evento controvertido?
En última instancia, mientras que «Miss AI» puede ofrecer premios lucrativos y reconocimiento superficial, su relevancia en el panorama actual de la belleza y la tecnología es cuestionable. En lugar de enaltecer la belleza artificial, deberíamos centrarnos en promover la diversidad, la inclusión y la innovación genuina en el campo de la inteligencia artificial y más allá.