¿Qué ocurriría si nuestra lengua, ese órgano que habita en nuestra boca, adquiriera vida propia y nos obligara a consumir ciertos alimentos? Esta premisa, que a primera vista podría parecer sacada de una distopía al estilo de Orwell, es el eje central de la nueva e insólita campaña de Sir Kensington’s, la reconocida marca de salsas y condimentos perteneciente a Unilever.
En esta campaña, se plantea un mundo en el que las personas se alimentan con comidas monótonas y sin sabor, hasta que su lengua se rebela, convirtiéndose en una especie de Gran Hermano que les impone condimentar sus alimentos con los productos de Sir Kensington’s.
Desarrollada por la agencia VML Nueva York y dirigida por Jesse James McElroy, la campaña consta de tres spots que inicialmente evocan la oscuridad y severidad de la novela «1984» de George Orwell, pero que luego se transforman en una explosión de surrealismo, con un estilo visual llamativo y colorido. Siguiendo el lema de la campaña, «Obey Tongue» (Obedece a la lengua), los personajes se ven obligados a seguir las órdenes de su lengua, que incluso amenaza con buscar otra boca si no se cumplen sus demandas. Sin embargo, lo que podría parecer una dictadura termina convirtiéndose en una experiencia deliciosa para los protagonistas, quienes olvidan que están a merced de su propia lengua.
«Como directora creativa y redactora de ‘Obey Tongue’, ha sido un verdadero placer trabajar en esta campaña. Sir Kensington’s nos brindó la libertad y confianza necesarias para llevar el tono y los elementos visuales más allá, tal como demandaba ‘Obey Tongue'», comenta Dana Stalker, directora creativa de VML Nueva York. «En publicidad, los verdaderos riesgos radican en destacar y captar la atención. En la era de internet, donde la creatividad y lo absurdo se mezclan, la publicidad debe esforzarse por igualar el contenido que emerge en la red», enfatiza Stalker.
La campaña, que también incluye acciones en publicidad exterior, se difundirá en plataformas como Meta, TikTok, YouTube, Netflix y los canales de redes sociales de Sir Kensington’s.