El irresistible pollo frito de KFC es una delicia para el paladar, pero sus migas, que a menudo causan molestias a los amantes del orden y la limpieza, son un aspecto menos apetitoso. ¿Quién no ha lidiado alguna vez con las migajas del rebozado de KFC?
Es precisamente en esas migajas, deliciosamente crujientes pero un tanto grasientas, donde se centra la nueva campaña de KFC en Canadá. La campaña celebra el retorno del pollo frito «Extra Crispy» de la cadena y destaca el peculiar efecto de las migajas que se desprenden del rebozado, ensuciando todo a su paso.
Aunque estas migajas podrían considerarse un inconveniente del pollo «Extra Crispy» de KFC, la cadena las enaltece en lugar de condenarlas, convirtiéndolas incluso en deseables para sus seguidores (animándolos, hasta cierto punto, a saborearlas).

El núcleo de la campaña, desarrollada por la agencia Courage, es un spot publicitario de 30 segundos dirigido por Nikki Ormerod, complementado por acciones de publicidad gráfica y exterior, con fotografías también capturadas por Ormerod.
«Las mejores experiencias gastronómicas suelen ser un poco desordenadas, y esto es especialmente cierto cuando se trata de pollo frito», explica Joel Holtby, cofundador y director creativo principal de Courage. «Es de conocimiento general que el pollo de KFC es el más delicioso del mercado, pero la satisfacción que obtenemos al disfrutarlo también se extiende a las migas, que a menudo pasan desapercibidas y son, en realidad, una prueba de una comida excelente. Queríamos, por tanto, crear algo que celebrara esta experiencia en su totalidad», añade Holtby.

«Para nuestros clientes, el pollo ‘Extra Crispy’ es algo digno de disfrutar», explica Laura Mallozzi, gerente de comunicaciones de marca de KFC en Canadá. «Los canadienses estaban realmente esperando con ansias el regreso de esta especialidad, y las crujientes migas que deja este plato a su paso son casi tan importantes como el pollo en sí. Queríamos resaltar ese sentimiento de una manera que todos pudieran entender», recalca.