El pasado agosto se dio a conocer el desmantelamiento de una red de call center que ofrecía créditos de manera ilegal y promovía préstamos rápidos con la promesa de obtener el dinero en menos de 10 minutos. De manera fácil, estas apps conseguían información sensible de los usuarios como: datos bancarios, datos personales, fotos y videos; situación que los dejó vulnerables ante extorsiones y acoso cibernético.
Un informe del Consejo Ciudadano indica que se han registrado cerca de 5 mil 452 reportes por el esquema de extorsión y fraude conocido como “montadeudas”, un aumento de 454% al comparar el promedio mensual recibido durante 2022 contra 2021.
Este caso expone el poco cuidado que existe ante los datos privados y deja a la vista la poca precaución que los usuarios tienen al momento de aceptar términos y condiciones en línea. Por ello, se vuelve de vital importancia tomar conciencia de cómo estos datos sensibles pueden afectar a la seguridad cibernética y financiera.
Para no ser víctima de esos delitos, la plataforma digital de soluciones financieras Creditas te presenta algunos tipos de fraudes en préstamos y cinco consejos esenciales a la hora de elegir un préstamo.
Modalidades de fraude más comunes:
- Préstamos express sin requisitos. Sitios que te ofrecen “créditos rápidos”, “sin consultar tu Buró de Crédito” o “sin comprobante de ingresos”. Para entregarte el dinero suelen solicitar un depósito previo por concepto de gastos de administración. Al realizar el depósito y buscar seguimiento argumentan que la solicitud está en proceso, al final el financiamiento requerido nunca se entrega.
- Préstamos “gota a gota”. Obtienes el dinero de forma inmediata sin tantos requisitos; sin embargo, las tasas de interés son muy altas y aumentan de manera semanal o mensual, hasta que se vuelve impagable la deuda, quien no paga sufre amenazas.
- Usurpación de identidad. Grupos fraudulentos se hacen pasar por instituciones financieras formales, hacen mal uso del nombre, logo e imagen corporativa de esas empresas y hasta crean páginas web apócrifas para engañar a los usuarios. Al conseguir depósitos para “apartar el crédito”, las personas ya no logran contactar a la supuesta empresa y cuando se comunican con la entidad suplantada se dan cuenta que cayeron en un fraude.
- Reparadoras de deudas. La desesperación por saldar tus deudas económicas te puede llevar a compañías informales que ofrecen ser intermediarios con la entidad financiera para llegar a un acuerdo sobre tu adeudo y hasta limpiar tu historial crediticio (algo que no se puede hacer), para iniciar el proceso de negociación te piden dinero en adelanto y luego desaparecen.
De acuerdo con información de Creditas, cuando nos encontramos ante la necesidad de adquirir un crédito podemos no ser precavidos con a quién nos acercamos, la legalidad de la institución y qué información compartimos para iniciar el proceso. Existen herramientas que las autoridades ponen a disposición de los usuarios para que tengan más certidumbre cuando van a investigar a una financiera. “Nosotros ayudamos a los usuarios a responder todas sus dudas y estamos supervisados por la CONDUSEF, la CNBV y nos encontramos en el Buró de Entidades Financieras, con el objetivo de brindar transparencia, certeza y seguridad a cada persona”, señala la compañía.
Para evitar caer en este tipo de delitos que buscan aprovecharse del desconocimiento de la gente en el uso de productos financieros, es fundamental nunca apresurarse al contratar un servicio y siempre tener en cuenta los siguientes consejos básicos:
- Nunca ir por lo fácil. No caigas en préstamos que son otorgados en 5 minutos, que no consultan el Buró de crédito o no piden algún otro requisito.
- Sé precavido con tus datos y dinero. Revisa a quién le compartes datos sensibles, ya sea en páginas, apps, gente en general, las personas pueden hacer mal uso de esa información y puedes caer en un fraude o extorsión. De igual forma, nunca des anticipos para conseguir un crédito.
- Siempre lee las letras chiquitas. Antes de dar acceso a tus datos a una app o firmar un documento, hay que leer el contrato para saber qué estamos autorizando y evitar sorpresas que pongan en riesgo nuestro patrimonio o información personal.
- Verifica la identidad de la empresa. Cerciórate que la entidad financiera esté debidamente registrada ante el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios (SIPRES), CONDUSEF, PROFECO. Si tienes dudas de la empresa, acércate a estos organismos autorizados.
- Contacto directo con la entidad. Primero busca su página, verifica sus términos y condiciones, revisa que el aviso de privacidad tenga el nombre legal de la empresa y cerciórate que esta exista en el SIPRES (muchas veces se coloca una razón social diferente al nombre público que usan como marca). Además de realizar este paso, ponte en contacto directo, con un correo electrónico, una llamada telefónica, una visita con la entidad financiera y antes de contratar, resuelve todas tus dudas.
- Préstamos de Personas físicas. Si hay que ser cautelosos al solicitar un crédito a una entidad, a un particular con mayor razón, ya que no se encuentran registrados ante un padrón o supervisados por un organismo. De preferencia no tomar este tipo de opciones con personas que no conocemos y con las cuales existe mayor riesgo de perjudicar más nuestras finanzas.
Si vas a pedir dinero, toma el tiempo necesario para verificar que la empresa sea seria y está bajo supervisión de un organismo regulador, de lo contrario, si acudimos a empresas informales no estaremos legalmente protegidos y esto significa que, si no cumplen con lo prometido, no hay quién nos defienda. Hay que pensar, ¿qué vale más, la integridad y privacidad de nuestros datos o la necesidad económica?
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