Hace ya algún tiempo les había platicado del nacimiento de #MeToo, un movimiento digital encabezado por mujeres que sirvió para denunciar cualquier tipo de acoso o abuso. Esta iniciativa comenzó en Twitter en forma de hashtag donde muchísimas mujeres del medio del espectáculo estadounidense vertieron denuncias en contra del productor Harvey Weinstein.
Una gran lista de nombres de mujeres engordaba las acusaciones en contra del productor cinematográfico y pronto, otros nombres de actores famosos en la industria del cine también aparecieron como abusadores y acosadores de mujeres.
Entre los nombres que más destacan están el del actor Michael Douglas, James Franco, el Chef Mario Batali (conocido por su participación en el reality show Iron Chef America), el director Bryan Singer entre muchos otros (Univisión Noticias, 2017).
El impacto de este movimiento ha sido tal, que se ha replicado en otros países del mundo, el más reciente ocurrió el pasado fin de semana en México.
El pasado jueves mediante su cuenta de Twitter, una mujer llamada “Ana Ge” contó la historia de “un hombre poderoso en el círculo literario ha golpeado, manipulado, gaslighteado, embarazado y abandonado a más de 10 mujeres. Pero como es un escritor “renombrado”, nadie le cree a estas mujeres” (Milenio, 2019).
Va la historia: un hombre “poderoso” en el círculo literario ha golpeado, manipulado, gaslighteado, embarazado y abandonado (en más de una ocasión) a más de 10 mujeres. Pero como es un escritor “renombrado”, nadie le cree a estas mujeres.
— ??? ?? ? (@anag_g) 22 de marzo de 2019
Así comenzó un hilo de tuits en donde Ana Ge, narraba sin revelar la identidad del hombre en cuestión, todos los actos cometidos en contra de varias mujeres. Fueron otras usuarias quienes revelaron el nombre: Herson Barona era el hombre acusado de todo tipo de violencia en contra de varias mujeres.
Barona ha colaborado en diversos medios y se ha hecho de un nombre en el mundo literario tanto que este escándalo llegó a oídos de la editora Selva Hernández, quién canceló la presentación del libro de Barona
“con mucha pena pero congruencia (…) No podemos hacer caso omiso de las denuncias en su contra”
aseguró a través de su Twitter
La mecha se encendió con el hashtag #MeTooEscritoresMexicanos del que nació una cuenta oficial de Twitter que tiene como finalidad recibir denuncias de personajes ilustres y no tan ilustres de la literatura mexicana para ser exhibidos de manera anónima. Cientos de denuncias comenzaron a circular mediante esta cuenta, cientos de mujeres retuiteaban y se unían con solidaridad a las denunciantes mediante el hashtag #YoLesCreoAEllas.
Herson Barona no tardó en pronunciarse al respecto negando toda acusación, pero para el momento en que lo hizo las voces en su contra eran muchas más. Así hubo varios intentos de expiar culpas por parte de los acusados, otros simplemente hicieron uso del silencio para ignorar lo ocurrido.
— Herson Barona (@viajerovertical) 23 de marzo de 2019
Todo el fin de semana Twitter se vio inundado de denuncias anónimas en contra de muchísimos escritores mexicanos. Las denuncias iban desde tocamientos indebidos, acoso sexual, abuso sexual, acoso cibernético y hasta abuso de poder. Había historias que de solo leerlas era difícil dudar que alguien pudiera tener tanto tiempo libre y creatividad para inventar algo como lo que se denunciaba en @MeTooEscritores. Sin embargo, hubo una denuncia que tuvo una respuesta bastante interesante y que me gustaría analizar.
La cuenta @MeTooEscritores publicó una denuncia en contra de Luis Reséndiz en el que una mujer narraba que tomó un curso con el escritor, quien nunca dejó de verla obscenamente. Posterior a eso bajó fotografías de su cuenta de Facebook y las photoshopeó haciendo un montaje de Reséndiz con ella, prometiéndole que la iba a ayudar para ser una escritora reconocida pues contaba con los contactos para hacerlo.
Luis Reséndiz #MetooEscritoresMexicanos pic.twitter.com/pbyiJvRnfG
— MeTooEscritoresMexicanos (@MeTooEscritores) 24 de marzo de 2019
Algunos usuarios, contrario al patrón en otras denuncias, ponían en duda la veracidad de la denuncia e incluso solicitaron pruebas de las fotos editadas para darle mayor peso a lo dicho en contra del escritor. Horas después de la denuncia, Luis Reséndiz se hizo presente y aseguró que la denuncia era falsa, que no sabía utilizar Photoshop y que jamás había presumido contactos ni mucho menos el haber convertido en escritor a alguien.
Reséndiz aseguro en un hilo de tuits que esta situación lo estaba afectando de manera personal y profesionalmente a tal grado que Ana Gaby González (@anag_g iniciadora del movimiento) pidió a un amigo cercano de la pareja de Reséndiz, le diera “contención motivacional” por las denuncias en su contra. Reséndiz también, aseguró no recordar ningún capítulo similar al mencionado en las acusaciones y que en caso de existir más víctimas estaba dispuesto a reparar cualquier daño ocasionado.
escribo esto después de un ataque de pánico. todavía me tiemblan las manos.
esta denuncia es totalmente falsa. por donde se le vea. no salgo con alumnas, no sé usar photoshop y tampoco, JAMÁS, he presumido de conocer gente ni de hacer escritor A NADIE. https://t.co/BAtd1N6osO — luis reséndiz (@lapetitemachine) 24 de marzo de 2019
Esto, sumado a una transcripción de la supuesta llamada de Ana Gaby con un amigo cercano a la pareja de Reséndiz le dieron el beneficio de la duda al escritor respecto a las acusaciones en su contra. Hubo quién aplaudió la postura del escritor ante las acusaciones asegurando que estaba actuando como ningún otro hombre cuando es exhibido por este tipo de prácticas pero también, salieron los detractores asegurando que Reséndiz solo estaba haciendo uso del papel de “víctima” para escudarse en su novia y dar un poco de lástima respecto a las acusaciones.
él le contó a mi novia, porque le pareció raro, y ella me contó. le pedí que escribiera un recuento de la llamada. reproduzco el recuento de la llamada y te pido, @anag_g, @MeTooEscritores, con el corazón en la mano, que me permitas contestar estas acusaciones. pic.twitter.com/TbTU9myjEo
— luis reséndiz (@lapetitemachine) 24 de marzo de 2019
Una denuncia y dos bandos con perspectivas válidas y diferentes obligan a hacernos la pregunta ¿debemos o no dar el beneficio de la duda?.
Entiendo que esta oleada del nuevo (y no tan nuevo) feminismo han logrado (con muchísimo esfuerzo y sacrificio) tener los ojos de la sociedad bien puestos en cuanto a temas de desigualdad y violencia en contra de las mujeres. Hoy en día se habla del abuso sexual y del acoso constantemente, existen textos que explican como detectar conductas misóginas y que brindan apoyo a las mujeres que en algún punto de su vida han sufrido algún tipo de violencia. Los reflectores los tienen bien merecidos, es una gran victoria en esta lucha.
Es muy probable que la opinión que estoy a punto de dar sobre el tema lleve a muchas mujeres a decir que porque soy hombre defiendo a mi género, que no tengo voz ni voto en esto y que también soy parte del problema por el simple hecho de ser hombre.
Desde mi perspectiva, el movimiento #MeToo ha permitido a las mujeres alzar la voz ante una realidad incómoda que muy pocos se han atrevido a ver. Resulta increíble leer cientos de denuncias y ver cómo, desde nuestra postura como hombres, podemos llegar a ser tan miserablemente estúpidos para tomar conductas tóxicas en contra de las mujeres. Pero así como me indigno por estas situaciones y deseo firmemente que nunca le ocurra algo similar a mis futuras hijas o a mi pareja, también trato de ser objetivo al entender que cuando existe una acusación es necesario escuchar la otra parte para poder emitir un juicio objetivo.
Es muy fácil y sobre todo en estos temas perder la perspectiva, tachamos y aseguramos que las personas son tal o cual por algo que acabamos de leer. Regresemos al caso de Luis Reséndiz, ¿cuántos de los y las usuarias que lo tacharon de abusador y acosador lo conocían realmente para asegurar su culpabilidad? por qué molesta tanto que existan personas que permitan el beneficio de la duda al acusado? ¿por qué causa malestar que el acusado haya dado la cara asegurando estar dispuesto a reparar cualquier daño ocasionado?
Creo que la respuesta de Reséndiz ha sido de las pocas realmente honestas, Barona intentó defenderse con un texto que simplemente no convenció a nadie y lejos de ponerlo en una situación de duda lo hundió más ante los ojos de quién se enteraba del caso.
Reséndiz ha dejado claro que está dispuesto a responsabilizarse con cualquiera que resulte ser su víctima e incluso pidió a la cuenta de Twitter que había hecho pública la denuncia que le permitiera tomar cartas en el asunto buscando ponerse en contacto con la o las denunciantes.
Esto, a pesar de que hay quien asegura que es una respuesta común en los acosadores, me parece un paso notable a comprender que el problema nos involucra a todos como sociedad, tanto hombres como mujeres. Creo totalmente, que debe existir apertura para quienes intentan defenderse ante la situación, así como quienes buscan responsabilizarse de sus acto. Este es el primer paso para realmente cambiar esta penosa situación. Debemos dejar de pensar que una red social nos brinda el poder de ser verdugos o jueces en temas sumamente complejos donde el radicalismo ideológico nos convierta en seres intolerantes.
La lucha contra la desigualdad debe comenzar con la tolerancia, la apertura al diálogo y al derecho de réplica de quienes resulten afectados. Lamentablemente, las redes sociales son el único lugar donde hoy hacen eco este tipo de situaciones, pues las leyes en nuestro país (y en el mundo) siguen sin darle la importancia necesaria a estos temas y sobre todo, los puestos de poder siguen siendo factor para que no se actúe legalmente contra quienes resultan culpables de cualquier tipo de violencia en contra de las mujeres.
Alzar la voz en un país que, históricamente ha vivido silenciado por miedo a las represalias, es un avance gigantesco y más viniendo de los seres que más han sufrido el desinterés de una sociedad machista que hoy se ve expuesta ante los ojos del mundo y que está siendo obligada a cambiar. Es el principio para una verdadera revolución, pero fomentemos la tolerancia, el derecho de replica y el diálogo para hacerlo, de otro modo estaríamos cayendo en una incoherencia en donde buscamos avanzar sin escuchar, sin entender llegando a ser una sociedad caprichosa y egoísta.
A la par de #MeTooEscritoresMexicanos nacieron #MeTooPeriodistasMexicanos, #MeTooAcadémicosMexicanos, #MeTooCineMexicano y #MeTooTeatroMexicano.
Lo único que nos queda claro es que la caja de pandora se acaba de abrir. Nombres incómodos irán apareciendo y haciendo eco por las redes sociales, el escenario perfecto para que la credibilidad de cualquier acusado se ponga en duda y viva en carne propia el escarnio de una sociedad que ya no puede apartarse de esta realidad incómoda.
Esto, sin duda alguna, apenas comienza y las consecuencias serán de proporciones impensadas ¿estamos listos?
FUENTES
Zafra, M., Sánchez, M. & Figueroa J. (2017) Estos son los más de 70 hombres poderosos acusados de acoso sexual tras el caso de Weinstein. Recuperado de: https://www.univision.com/noticias/acoso-sexual/estos-son-los-mas-de-70-hombres-poderosos-acusados-de-acoso-sexual-tras-el-caso-weinstein
Redacción (2019) Me Too Escritores Mexicanos: denuncian en Twitter acoso y violencia sexual. Recuperado de: https://www.milenio.com/cultura/too-escritores-mexicanos-denuncian-twitter-acoso-violencia-sexual
Redacción (2019) #MeTooEscritoresMexicanos Las denuncias de abuso en la literatura mexicana. Recuperado de: https://www.sopitas.com/noticias/metooescritores-denuncias-de-abuso-y-acoso-en-la-literatura-mexicana/
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