La parte racional y la parte creativa que poseemos, en realidad debieran integrarse para que funcionen juntas y podamos mantener una perspectiva más completa dentro de nuestro campo. La verdad es que en nuestra rama, esa pelea entre “mi yo racional y mi yo creativo” tendría que dejarse a un lado, deberíamos desmitificarla, porque al unir ambas perspectivas podemos ser más eficientes. Veamos, sería algo así… Mi yo racional se cuestiona todo, y le da vueltas a las ideas hasta encontrar alguna lógica o sentido al proyecto que se nos presenta, para que finalmente se materialice. Mi yo creativo se imagina, y traza varias alternativas para resolver esa problemática en cuestión. Mi yo racional me alerta, agudiza los sentidos para dar entrada y percibir todo tipo de información que nos pueda ayudar. Mi yo creativo, me permite interactuar con la información que fue percibida por los sentidos. Es decir, funcionan como el “input” y la asimilación de los datos. Mi yo racional me permite investigar, comprobar, organizar o sistematizar mi proceso de trabajo. Pero, mi yo creativo, lo visualiza y lo crea de inicio, gracias al cúmulo de experiencias. Es decir, se le va dando forma poco a poco. Mi yo racional me permite detectar las habilidades que tengo. Mi yo creativo, me permite experimentar con esas habilidades hasta desarrollarlas y llegar a “mi elemento” (o a eso que nos apasiona). Si se ignora a la razón, no se llega a la pasión. Mi yo racional es el que percibe los riesgos u obstáculos al momento de emprender alguna idea, y sí, de alguna manera paraliza. Mi yo creativo es el que cree en el potencial de esa idea, es el que mueve con más fuerza y empuja a emprender ese proyecto. Sin las dos partes (es decir, sin hacerlas conscientes) no lo podríamos hacer realidad. Mi yo racional es el que decide cómo contar (proyectar) una historia. Mi yo creativo es el que la imagina, la construye y la presenta. Cuando un cliente pide una campaña, por ejemplo para promocionar su último producto.. debemos unir estas dos perspectivas, para ser asertivos y poderla crear con mejor impacto. Mi yo racional es el que genera mis discursos, mis argumentos. Finalmente es el que convence… al jefe, al equipo, al patrocinador, a la audiencia, etc.. Mi yo creativo, es el que transforma esos discursos y argumentos en acciones. Es un círculo virtuoso, me convenzo y convenzo a los demás para poder crear una realidad. Me despido, soy Erika. ¿Qué opinan? con esto podemos darnos cuenta que utilizar el potencial de nuestro yo racional y nuestro yo creativo, sobre todo al integrarlos, nos hacemos mejores diseñadores y mejores creativos. Les deseo lo mejor, pasen una Feliz Navidad y Año Nuevo. ¡Nos vemos de vuelta en Enero! Imagen cortesía Shutterstock
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