Hace tiempo que tenía muchas ganas de hablar de este tema, el cual me permito decir de inicio que para muchos puede ser ofensivo y para otros constructivo, eso ya lo decidirán ustedes. El martes pasado veía el programa del pitcheo en Roastbrief TV donde se planteaba la necesidad de cuidar a nuestra industria, yo no creo que sea una necesidad, estoy convencido que es una exigencia que debemos hacernos todos nosotros por el bien no solo de las agencias sino de los anunciantes. El hambre que tenemos es latente pero el respeto que deberíamos darnos tendría que ser mayor. https://www.youtube.com/watch?v=etRbQLDnDwY Porque no se trata solo de una problemática centrada en si somos capaces de cobrar bien por nuestros servicios, sino en la necesidad constante de crear buenas ideas. Todo comienza por la forma en cómo permitimos que los anunciantes nos digan cómo serán las reglas del juego (el cual por cierto nosotros inventamos), seguido de un detallado informe que inclusive nos dice cómo tenemos que hacer las cosas, para finalizar con un simplemente «no son lo que buscamos, gracias». Satisfacer a nuestro cliente nos está costando más de lo que creíamos, no solo se trata de desgastar nuestras ideas y abaratar nuestro trabajo; estamos permitiendo que ellos hagan publicidad. Entonces me pregunto para qué carajos existimos como negocio si al final estamos permitiendo que vengan a manejarlo como se les antoja, incluyendo en gran medida los resultados de las ideas que presentamos. No puede ser posible que estando en pleno año 2016 veamos la misma publicidad que se hacía hace 30 años, solamente que maquillada de nuevas generaciones ¡Eso no debería estar pasando! Esto es un reflejo de lo que verdaderamente sucede en México, estamos hablando de anunciantes que tienen el miedo de madurar y agencias que tienen el miedo de obligarlos a hacerlo, por lo que me permito aplaudir a los pocos que hoy decidieron darle mayor profesionalismo a nuestro negocio, que a la vez se refleja en la calidad creativa que realizan. Yo veo un entorno creativo en México que tiene la capacidad y calidad profesional para desarrollar publicidad de 1er mundo, digna de verdadero reconocimiento, pero para lograrlo primero debemos comenzar por comportarnos como si fuéramos profesionales de esa categoría. Porque así como veo fórmulas muy gastadas en la publicidad, de la misma manera lo veo entre nosotros mismos que entregamos nuestro mejor menú sin cobrar un solo centavo por ello, eso les ha dado la pauta a los anunciantes para no valorar las verdaderas ideas. Mientras nosotros sigamos regalando nuestras ideas no esperemos que alguien sea capaz de darles un verdadero valor. Si los anunciantes le ponen un precio a cada uno de sus productos entonces por qué nosotros no hacemos lo mismo con nuestro trabajo, es así de sencillo, porque como diría Raúl Cardós en el programa, «por qué van a querer comprar la vaca si les seguimos dando la leche completamente gratis».
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