En días pasados había tratado de hablar de un poquito del antecedente histórico de los derechos de autor y de la propiedad industrial, y tal como he venido haciendo mención, es importante conocer los alcances de cada uno de estos dos rubros, sobre todo cuando tu profesión es ser publicista, ¿Por qué? Puesto que todo lo que hacemos básicamente o se atribuye a un derecho de autor o derecho de propiedad industrial. Ahora bien, cómo podemos saber en cuál de los dos supuestos recaigo, pues bueno básicamente todo lo que se registra en propiedad industrial puede ser un derecho de autor pero ¡ojo! no viceversa. De aquí partimos que hay diversos privilegios que se suman a los derechos de autor, toda vez que a ojos de los grupos influyentes estos no tienen mayor beneficio económico, y con esto de alguna manera contrarrestan la balanza de la propiedad intelectual. Estos beneficios no se reflejan únicamente en el pago de las traficas de derechos aplicables, sino que también en su vigencia, haciendo alusión a esto un simple registro de una obra tiene una vigencia de 99 años durante la vida del autor y 99 años después de su muerte. ¡Es increíble!… Bueno hasta este momento se han de preguntar, bueno y yo como publicista cómo me podría interesar este tipo de temas, que se preocupe el cliente; bueno pues digamos que en tu papel diario de creativo, o mejor dicho en tu vida diaria, (porque una mente creativa nunca descansa), te encuentras en tu oficina o en el lugar donde las ideas fluyen y estás realizando un proyecto de una nueva campaña publicitaria, como sabemos en un entorno comercial como este que se mundializa y con una mercado cada vez más saturado, las empresas deben de encontrar una forma de diferenciarse de la competencia, por lo tanto, tú ante la necesidad de lanzar un nuevo producto, creas un logotipo para el mismo. Entonces eso en traducción es que ya eres autor de una obra pictórica o de dibujo, independientemente de que ese logotipo no vaya a ser utilizado por ti, ya se creó un derecho moral. Porque sí, los derechos de autor son de dos tipos: el derecho moral y el derecho patrimonial, que con el afán de no saturarlos después compararé. Pero también es necesario nuevamente hacer mención de que el derecho de autor no es registrar la idea en sí, sino como tú la expresas, por ejemplo: digamos que actualmente eres escritor y estás escribiendo una novela en donde dos personas se aman, ¿Desde tu punto de vista te parece algo que se pueda registrar?, pues déjame decirte que no, pero que tal si en lugar de ser dos personas que se aman, decimos que el joven se llama “Juan”, y la joven se llama “Andrea”, y desarrollas la manera en que ellos se aman, pues es ahí en donde ya expresaste una idea, y por ende ya tienes una obra susceptible de registro. Tal vez en lo que he venido publicando me he enfocado en hacer mención del lazo de la publicidad y el derecho de autor, mediante la creación de los logotipos y diseños, pero esto va más allá de un interés para el cliente, es decir, y como lo he explicado anteriormente y en el párrafo que antecede, el derecho de autor es registrar expresiones de ideas, como podemos ver esto con ojos de publicistas y creativos, pues bueno, vamos a echar a volar nuestra imaginación y pensemos que somos el mejor publicista del mundo, y como tal, ya tengo una rutina de trabajo determinada, es decir, para que el mejor publicista del mundo tenga un día lleno de creatividad y de ideas es necesario, primero tomarme un café en la mañana, segundo dirigirme a un lugar donde me sienta cómodo para que mis ideas fluyan, además de muchas cosas más que tú como creativo has de realizar día con día, pues bueno déjame decirte que es un pequeño “Manual” y como tal, está constituido por pasos escritos, y se puede considerar como una obra literaria, y digna de ser registrada. Imagínate que en lugar de un mejor publicista del mundo, tuviéramos a los 50 mejores publicistas del mundo, o a los 100… o mejor aún, imagínate que registráramos todos nuestros procedimientos internos tanto administrativos como creativos. Por esto último es importante conocer cada una de las ramas que componen los derechos de autor, que al igual que la creatividad no tiene límites… ¡En un mundo tan interesante y tan original, hagamos conciencia, y blindemos nuestras expresiones de nuestras ideas!… AUTOR Cristian Lozano Licenciado en Derecho y Asuntos Internacionales. Derecho mercantil, derecho publicitario, derecho de propiedad intelectual y valuación de activos intangibles. Gestión administrativa, corporativa, notarial, jurídica, valuación y propiedad Intelectual. Apasionado por la publicidad y la mercadotecnia. Casado desde hace 3 años y padre de un bebé de 6 meses de edad. Imagen cortesía de iStock
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