En toda agencia la existencia de una herramienta para conceptualizar o traer a la luz una idea viene de un proceso. Pero uno de los más simples y funcionales a la vez es la lluvia de ideas o brainstorm. El éxito de esta herramienta es la acotación de puntos de vista con una misma directriz. En el caso de las agencias creativas esto puede ser parte del proceso, convirtiéndose en un básico, al momento de obtener una idea sólida para comunicar. En algunas agencias este proceso solo forman parte los ‘creativos’, personalmente lo considero un error. Mientras más ideas hayan, siempre habrá mas oportunidad, la inversión de tiempo será menor y mayores los beneficios al momento de conceptualizar. Muchos trainees han muerto en el intento de ser parte de este proceso al entrar en una agencia, pero no han sido parte de él, haciendo del brainstorming un proceso especial de crecimiento profesional en el área creativa como también en la evolución laboral. Un proceso tan sencillo como éste ha salvado la cabeza de muchos que usan esta herramienta como base para generar ideas y comunicar, funcionando perfectamente. De seguro algún momento escucharon que “Tener muchas ideas, es la mejor de las ideas”, y es verdad. Es por eso que este proceso es enriquecedor y no solo debe ser realizado por cualquiera que entienda que la comunicación no es una ciencia exacta. Obtener una idea puede parecer un proceso sencillo, pero concebir una idea funcional es un reto. Muchos visualizan la idea como un comercial de televisión, y muchas de las veces la ejecución es una pieza de radio o un material POP. Es por eso que las ideas necesitan ser impulsadas por muchas que hayan caído en el proceso. Para tener un brainstorm con mejores resultados existen ciertos puntos que debemos considerar antes de sentirnos con la libertad de lanzar ideas, para que se conviertan en posibles soluciones comunicacionales.
- Leer el Brief: Absorber la información que entrega el cliente es lo primero que debemos hacer. Si no sabemos sobre qué informar, es imposible que logremos hacerlo. Es por eso que leer las demandas del cliente y los objetivos de comunicación son lo primero que debemos hacer antes de ir a las ideas. Con la información correcta, toda idea se sustentará mejor.
- Conocer al cliente: Muchas de las ideas, mueren sin ni siquiera haberlas presentado del todo. Esto pasa cuando tenemos clientes que son enteramente tradicionales. Conocer que tipo de cliente tenemos, además de ahorrarnos un desgaste intelectual y emocional, hará que nuestro trabajo tenga un enfoque sostenible desde el inicio.
- El concepto: Generar conceptos es quizás el proceso más interesante que puede darse en un brainstorm, pues de éste depende el resto del proceso creativo. El concepto es la base para la ejecución del mensaje, muchas veces el concepto puede ser parte de la redacción. Un concepto fuerte no tendrá problema al intentar acoplarlo a piezas de comunicación o a cualquier idea que aparezca en el proceso.
- Más de una idea: Antes de reunirse lar ideas, debemos tener por lo menos una idea para poder compartirla. Cuando tenemos la oportunidad de compartir con un grupo de profesionales, de seguro nos encontraremos con mejores ideas que las nuestras, eso es parte del enriquecimiento personal en el brainstorm. Pero también es una oportunidad para que nuestro talento despunte.
- Las ideas no tienen dueño, solo representantes: Así tu idea haya sido la mejor, no la adoptes como tuya. Represéntala como una idea concebida por todo tu grupo de trabajo. El brainstorm sirve para dar ideas y fortalecer relaciones laborales sin desmerecer el talento, pues compartir es parte de crecer y una buena idea puede dar beneficios a todos.
Imagen cortesía de iStock
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