En gran parte de México, este 2016 se han renovado muchos ayuntamientos, los cuales tiene la responsabilidad de informar sus acciones de manera obligada. Hoy, no todo pueden ser boletines kilométricos, copiados y pegados. Aunque las redes sociales permiten colocar enlaces bajo la frase “seguir leyendo”, los 4 primeros renglones son clave. Estos pueden ser un freno inmediato para que la noticia simplemente no sea leída en su totalidad. En Facebook, es necesario crear una página (sin caer en el error de crear un perfil limitado con solo 5000 contactos). Una fanpage que informe el día a día, no solo las actividades del edil en turno, sino todas las acciones que lleva a cabo el municipio, como administración pública y la labor de cada una de las áreas responsables y generadoras. Las imágenes son más que importantes en el trabajo de comunicación, no se pueden permitir trabajos improvisados de fotografía, sin mensaje alguno y que solo muestren aspectos clásicos de la prensa barata. Multitudes de personas aglomeradas en una dinámica de acarreo muy poco dicen, además denotan la poca experiencia en el arte de comunicar. Maestros como Pete Souza han logrado en sus fotografías lo que realmente significa el trabajo político de alguien que se la cree y cree en lo que hace. Y qué decir cuando los spots de radio y televisión no son más que panfletos mal hechos que no transmiten ni un ápice, de un gobierno que pudiera estar trabajando o no pero que a través de mensajes baratos, sin forma ni color y mucho menos calidad, transmiten una mala imagen pública. Ahí también hay que trabajar, de manera real de la mano de expertos. Las líneas de comunicación son varias y actualmente un website es básico; mantenerlo actualizado y activo son factores necesarios. No se puede improvisar insisto. Es una desfachatez cuando se deja esta responsabilidad al área de sistemas, reflejando una muy pobre labor de información. Lo anterior indica que la transparencia solo la conocen como palabra de moda burocrática y que muy poco sirve al interior de las dependencias. Hoy, la comunicación institucional no se puede centrar solamente en asignar a un improvisado reportero a seguir al alcalde, cuando es toda la estructura la que genera noticias. Hoy, la presencia de un vocero que dé la cara por la institución podría ser una increíble herramienta y con esto no me refiero a que sea el mismo encargado de comunicación el responsable de esta actividad, sino un elemento del equipo de trabajo con la experiencia, la capacidad, el conocimiento, el “carry on” mediático y principalmente el atrevimiento para poder detener y afrontar a quien genera la información. Pudiendo dar dirección y no coba nada más, solapando desaciertos que se transforman en una imagen que muy poco puede recuperarse del político mexicano. Bienvenidos al 2016. Cambien las formas, que el año ya cambio. Imagen cortesía de iStock
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