No todos saben “¿Dónde está Waldo?” (o Wally, su nombre original) pero todos o casi todos conocen esta serie de libros creados por el ilustrador británico Martin Handford. Se trata de dibujos complejos y detallados en los que el lector debe encontrar al personaje del título, siempre vestido con una remera a rayas blancas y rojas, gorra y anteojos. Si Waldo ya es bastante difícil de encontrar, esta tarea es aún más complicada en algunas bibliotecas estadounidenses. Porque los libros no están: han sido prohibidos. Eso se debe a que algunos han encontrado escenas para ellos cuestionables, principalmente en dos imágenes de la colección. En una de ellas, ambientada en una playa, aparece una mujer tomando sol sin la parte superior de su traje de baño; un chico le arroja agua en la espalda y la mujer se incorpora: los puntos marcados hicieron suponer a los censores que sus pezones estaban erectos, lo que los escandalizó aún más. (Es un buen momento para aclarar que no estoy inventando esto.) La teta al aire hizo que el libro llegara al puesto 87 en la lista de los “100 Libros Más Objetados” de la American Library Association. En una reedición de 1997, la mujer tiene puesto un discreto corpiño. Para peor, en la misma escena hay otro dibujo que provocó quejas: arriba y a la izquierda de la mujer en tetas, hay dos hombres en una posición por lo menos sospechosa. Y uno de ellos es negro, lo que convierte a la escena en una muestra de dos horrores inaceptables: homosexualidad y parejas interraciales. La otra escena de “¿Dónde está Waldo?” que generó furiosas reacciones es la del Campamento. Unos niños abren una carpa y adentro hay un hombre desvistiéndose; en el original, y aunque sus genitales no se ven, sí se advierte claramente que el hombre está desnudo. Igual que sucedió con la mujer en tetas, en la reedición de 1997 al hombre le agregaron unos pudorosos calzoncillos blancos. Los que descubrieron estas perlas tienen mucho tiempo libre, eso está claro. También está claro que a partir de ahora todos vamos a buscar en esas imágenes detalles mucho más interesantes que Waldo. Por suerte, no para censurarlas.
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