Aceptémoslo, ni todas las cuentas ni todos los proyectos nos apasionan igual. Siempre tenemos un favorito. Al pensar en ideas, hay productos que nos motivan más, nos gustan realmente y es un verdadero gozo hacer ideas para ellos, otras, simplemente se quedan y se hacen, pero sin tanto ahínco. Es la verdad y hay que aceptarla; unas ideas nos matan y otras no. Llega un pitch o una nueva campaña de ese producto que tanto te gusta, sabes que eres bueno, sabes que quieres llevar al límite la creatividad y entonces pasa; todas las ideas te parecen horribles, nada te gusta, nada te llena, le das vueltas y vueltas, piensas y vuelves a pensar, regresas a la idea 1 de las 80 que llevas y simplemente nada funciona, no es suficiente. No es la idea que esperabas te sacara el corazón y te apasionara. Te presionas y te estresas. Nada sale y te hundes en tu propia lástima. Sientes que eres el peor creativo del mundo y te cuestionas si estás hecho para esto o deberías dejar de engañarte y cambiar de profesión. Tranquil@, simplemente te estás sobre-exigiendo, por eso, cuando pases por esos momentos, debes recordar estas sencillas recomendaciones:
- Eres bueno, no te claves
Si la gran idea no llega, tranquilo, nadie se morirá por eso. No te claves de más y sigue pensando. Una idea, buena o mala, no determina ni califica toda tu creatividad.
- La gran idea ahí está
Respira con calma, relájate, fúmate un cigarro, tómate una coca o haz lo que sea necesario para que intentes tener claridad en ese momento de ofuscación. La idea llegará, está ahí, oculta, sólo quiere ser encontrada, si te estresas, la estresas y más se esconderá, relax.
- No le debes nada a nadie
Evita hacer las cosas y desarrollar ideas para demostrarle a alguien que puedes, que eres chingón o para que vean tu capacidad. Es tu cabeza, es tu creatividad, tú mandas, tú y sólo tú debes ser tu propio juez.
- Sí, es buena, confía
Finalmente la has encontrado pero ahora dudas, ¡no lo hagas! Después de tanto sufrimiento, lo último que quieres es matar la idea ganadora, créeme. Es buena, déjala ser y con el tiempo te darás cuenta que no estabas equivocado. No te presiones, relájate. Este trabajo es mejor cuando lo haces con pasión y te diviertes, siempre es posible tenerlo todo. Las ideas se construyen, se alimentan y se sufren, no lo olvides. Mantente alerta a todos los estímulos, sea el proyecto que sea manéjalo de la misma forma que cualquier otro, el truco está en no sobre-presionarte, ¿no? Imagen cortesía de iStock
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