Un emprendimiento social es toda aquella acción que tiene como principal objetivo realizar una aportación que favorezca al entorno en el que vivimos. Consiste en abordar las problemáticas sociales generando soluciones creativas, innovadoras y disruptivas para establecer conciencia en la humanidad. Un emprendimiento social busca siempre sembrar amor, compasión y esperanza en las personas para que cada vez existan más seres humanos que tengan la voluntad de hacer de este mundo un mejor lugar. ¿Y qué mejor que eso? Últimamente me he dedicado a incursionar en diversos emprendimientos sociales y me atrevo a decir, sin temor a equivocarme, que han sido una de las prácticas más satisfactorias que he realizado a lo largo de mi vida. El hecho de poder impactar y ayudar a tanta gente hace que tengamos una fe inamovible en la humanidad y un espíritu de servicio increíble. Desde hacer campañas de publicidad, voluntariado, empresas con objetivo social, hasta fundar asociaciones de ayuda sin fines de lucro. Es inimaginable la cantidad de acciones que se pueden emprender en pro de cultivar una sociedad más sana, unida y solidaria. ¿Cómo logramos esto? Dicen que “querer es poder” y en este caso considero que dicha frase tiene mucha certeza. Pocos son los emprendedores que tienen el coraje y la voluntad de iniciar proyectos para beneficio social, hasta que se percatan de la enorme retribución que estos representan. A continuación te comparto algunos puntos importantes para tomar en cuenta a la hora de emprender tu próximo proyecto social: Interésate por las personas y ellas se interesarán por ti. Es curioso ver cómo en pleno siglo XXI existen tantas empresas que siguen recurriendo a estrategias de comunicación tan ineficaces como el telemarketing, pero peor aún, la técnica utilizada por los vendedores de dichos corporativos consiste en hablar, hablar y hablar hasta colmar la paciencia. ¿A qué voy con esto? Son personas que esperan que TÚ te intereses por sus productos, servicios e ideas, y además las compres. ¿Pero en qué momento ellos realmente se interesan por ti? He aquí la respuesta: JAMÁS…. Lo mismo ocurre en la sociedad, las personas somos mayormente adeptas a establecer relaciones interpersonales con individuos que realmente se interesan por el bien común y no únicamente por buscar un beneficio inmediato y desleal. Las generaciones actuales están hartas de la publicidad que no los divierte, las relaciones por conveniencia, el marketing sin corazón y las marcas sin enfoque social. ¡Mantén un interés genuino hacia las personas! Ayuda por convicción, no por monetización. ¿Quién dijo que un emprendimiento de carácter social no puede ser rentable? Es más que obvio que dichos proyectos pueden resultar altamente lucrativos, sin embargo en todo momento el objetivo primordial debe ser generar una verdadera solución para fomentar un cambio positivo y contundente en la sociedad. Manteniendo este enfoque solidario, los ingresos económicos vendrán como consecuencia de depositar en tu emprendimiento una gran pasión, entrega y dedicación. Conciencia sin acción no es conciencia. Uno de los aspectos fundamentales que alimentan al tema en cuestión, es generar conciencia en las personas acerca de las problemáticas sociales de la actualidad para impulsar las ideas creativas y brindar atisbos de solución. Podemos tener un emprendimiento honesto, íntegro y solidario, pero… ¿Qué ocurre si proyectamos nuestra visión social sin que la gente se una a la causa? Nada, ¡No pasa nada! La propuesta debe contener un llamado a la acción para que las personas se involucren y sean partícipes de un cambio significativo en la sociedad. Imagen cortesía de iStock
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