Hasta hace algunos años, pensaba que una vez teniendo la idea, los guiones, prints, etc. la chamba ya estaba hecha. Con el tiempo me di cuenta que armar la presentación es la otra mitad del trabajo. Con el tiempo los creativos tenemos que entender que una gran parte del éxito de nuestra carrera se definirá por la capacidad que tengamos de vender lo que creamos todos los días. Un buen racional y una presentación bien llevada son claves para la difícil chamba de persuadir al cliente de que nos compre la idea no solo porque sea buena o esté cagada, también porque creemos que funciona para lo que necesita. Por eso, el speech que tengamos debe estar en un idioma que el entienda y sobre todo que le interese escuchar. Alguna vez, como buena junior, le contaba las teles a los clientes y solía decir: «Y cerramos con logo y todo eso». Al expresarme así, quedaba muy claro que la marca no me importaba lo suficiente como para decirla completita junto con su slogan. Parece una tontería pero al cliente le comunica muchas cosas, y si lo que le transmitimos es desinterés en su marca, ¿cómo podemos esperar que confíe y crea en nosotros? Es responsabilidad y parte de nuestro trabajo armar un excelente keynote tanto en contenido como en look. Se supone que somos profesionales y cuando llegamos con un cliente y traemos una presentación hecha con las patas pues … lo que reflejamos es falta de profesionalismo, y ni qué decir si trae typos o errores como el logo de otro cliente. Dedícale tanto tiempo a tu presentación como a tu peloteo y bajada de ideas, conoce a tu cliente, habla su idioma, ponte en su lugar. Hay muchas cosas que pueden salir mal y que no están en tus manos, pero asegúrate que todo aquello que dependa de ti esté hecho como debe ser. BTW Hay muchos webs donde se pueden encontrar templates de presentaciones, tipografías chidas y eso, échale ganitas y verás que te irá mejor. Autor Mónica “Warrior” González @soylawarrior Creativa, esposa, hija, hermana, madre … pero antes que nada mujer. Desde hace 14 años me gano la vida como publicista. He trabajado para casi todo tipo de marcas en agencias de México y Estados Unidos, aunque el retail me sigue a donde vaya.
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