El fenómeno de las redes sociales es muy complejo e interesante, ya que ha cambiado las formas de “vivir”, separándolas en dos grandes esferas: on y off line. Se dice que todo lo que subimos a redes sociales, lo que compartimos y lo que expresamos es un reflejo del off line, lo cual es cierto en su mayor parte. Sin embargo, debemos tener cuidado de lo que subimos en redes sociales, sobretodo si tenemos mezclados contactos profesionales con contactos personales y de amistades. Ha ocurrido que profesionales o políticos suben fotos que no son propias para todo público, enfiestados o con otras personas que no son sus parejas, ocasionando muchos daños a su imagen pública. Lo más recomendable es que se tengan dos cuentas, una exclusiva para los contactos serios y otra donde se tenga la confianza de subir otras facetas nuestras pero con sus debidos cuidados. En caso de que no se quiera tener dos cuentas, por seguridad y por cuidados de imagen pública se debe evitar compartir la siguiente información: 1. Fotografías con los hijos. Este caso se aplica sobretodo a personas conocidas; por otrqa parte, a veces resulta incómodo para los adolescentes que sus padres tengan fotos de ellos. 2. Información sobre la empresa en la que trabajas. Quizás alguna buena noticia no hace daño, pero puede resultar peligroso si se trata de algo nuevo o que se encuentra en desarrollo. Hay muchos mirones por ahí. 3. Conversaciones personales. En ocasiones se suelen tener conversaciones con los amigos en una de las fotografías o en alguno de los muros. Esto no es conveniente, para ello está el chat de Facebook o los mensajes directos de Twitter. 4. Datos personales, como direcciones, números telefónicos o la cantidad que te ha dejado heredada tu abuelita. 5. Por supuesto, cuida tu imagen en las fotografías. Evita compartir fotos que te evidencien bajo los influjos del alcohol o en situaciones vergonzosas. Cuida tu personal branding. 6. Quejas de tus maestros, jefes, de tu situación amorosa o económica. Las redes no son diarios personales. Si te la pasas quejando, te das a conocer y con ello tus debilidades y disgustos. Las redes sociales así como pueden impulsar a una persona en la formación de su propia imagen, así pueden derrumbar años de cuidados en la imagen. Se dice que en algunos corporativos antes de contratar gente, los buscan en Facebook y analizan sus estados emocionales, sus hobbies y otros aspectos para saber si son aptos. Quizás sea un mito; mientras tanto, sé cuidadoso en lo que subes, ya sea por seguridad o por dignidad.
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