Aprender a sacar oportunidades de cada situación y darnos cuenta de que un cambio de actitud cambia la realidad. As simple as that.
Yo hubiera deseado que me dijeran hace años, las cosas no suceden porque sí y cuando una puerta se cierra se abre una ventana (o cien). Aprende a sacar una oportunidad de cada cosa que te pase.
Cada vez más veo que las cosas no pasan porque sí, y que los acontecimientos forman una cadena graaaande de casualidades y/o causalidades.
Es la teoría del caos elevada a la máxima potencia. Una decisión en la vida, tomada en un momento dado, marca el resto de acontecimientos. Así que si ahora me preguntan si volvería a repetir todo lo que he hecho, aunque me muera del horror, tendría que decir que sí, porque de otra manera, ¿cómo hubiera vivido todo lo que ha venido después? Renunciar a una sola cosa significa renunciar al resto y poner en marcha todo un engranaje nuevo en el que todo sería absolutamente diferente.
No tengas miedo a equivocarte. Todos los caminos llevan a un buen lugar, mientras estés abierta de mente, actúes honest@ y estés dispuest@ a aprender mientras avanzas.
Cada vez que algo sale mal, después del disgusto, tómate tiempo para examinarlo de cerca y ver qué has aprendido, qué harás mejor a partir de ahora, cómo te ha hecho crecer. Desde unas muestras que salen mal, a una entrevista de trabajo rechazada, a una idea de empresa que cae por falta de afinación.
“Lo bueno y lo malo forman tu camino, y en ambos casos estás avanzando.”
No te dejes hundir y convierte cada paso en algo positivo, ¡que la mala energía no entre nunca!
Otra cosa que hubiera deseado que me dijeran de pequeña es lo siguiente: si cambias tu actitud, cambias la realidad. Tu realidad es lo que tú quieres que sea.
Es lo que siempre hemos oído, que todo cambia según el cristal con que se mire.
He leído en varios sitios algo que expresado de diferentes formas viene a ser lo mismo. En todas partes, además, ponen como ejemplo claro algo que se considera una enfermedad pero no es más que una actitud (que luego se vuelve crónica y como recetan medicamentos y no se puede ir a trabajar es una enfermedad, pero repito, no es más que una actitud): la depresión.
Cuando alguien está deprimido, crea síntomas de depresión a través de unas acciones físicas y mentales determinadas: ve su vida de una manera determinada, se dice ciertas cosas con cierta entonación, se pone en cierta postura y respira de cierta forma. Es así. Si quieres sentirte deprimido sólo tienes que probarlo: mira al suelo, agacha la cabeza y los hombros, habla flojo y de forma triste, piensa en cosas feas que te han pasado y piensa que no vas a poder salir de ellas, respira de forma superficial, modifica la bioquímica de tu cuerpo con sustancias (tabaco, alcohol, drogas y medicamentos) y una dieta poco equilibrada y ya estás deprimido. Hay que hacer un esfuerzo para estar deprimido, hay que hacer muchas cosas para conseguirlo, pero cuando lo haces muy a menudo se convierte en algo fácil que además genera reacciones positivas (que quizás inconscientemente valores): atención, compasión, cariño, preocupación…
Nadie está siempre deprimido. La depresión no es una situación permanente como la de quedarse manco o cojo. Es un estado, y las personas pueden entrar en él o dejarlo. En realidad, muchas de las personas que pasan por una depresión han tenido en su vida numerosas experiencias felices, puede que incluso más que otras. Pero no se representan esas experiencias de forma grande y brillante y feliz, sino que las ven pequeñas y oscuras, les quitan todo el valor y suelen pintar las épocas felices como algo muy lejano, y no inmediato.
Transmitir entusiasmo y buena vibra no garantiza nada, pero ayuda. Ayuda a motivarte para seguir cada día aunque las cosas no sean siempre perfectas. Ayuda para proyectar una buena imagen en los demás, y eso es básico cuando tratas de venderles lo que sea. Ayuda pensar que lo vas a conseguir para conseguirlo realmente. Es cierto que yo no he tenido que hacer muchos esfuerzos para ser entusiasta, pero tengo días y ratos y rachas muy malas como todo el mundo. Ahí es donde marcas la diferencia: ¿sabes sacarte tú misma de los momentos de bajón? ¿Sabes cambiar el chip?
“Tu productividad, tu imagen, tu felicidad y tu proyecto/negocio te agradecerán un cambio de actitud.”
Un abrazo.
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