Una marca que extiende sus atributos físicos a lo emocional o espiritual, es una marca que consigue más impacto. Pero ese impacto se logra cuando las situaciones que se presentan son reales, naturales y no cuestiones de actuación. Por ejemplo, los infomerciales que muestran testimonios de gente infeliz por su talla, causan un efecto de repulsión o incredulidad en algún sector de la audiencia. Ese es el motivo para cuidar los momentos emotivos en publicidad; siempre será más efectivo un mensaje que provenga de la vida diaria o un instante que se capture en el momento real en que sucede la circunstancia que se busca comunicar, pues esos momentos generan las verdaderas emociones. Así, los chocolates Bon o Bon que se caracterizan por felicitar a las madres argentinas en su día (20 de octubre) muestra al mundo la dulzura materna desde una perspectiva diferente. Leo Burnett realizó la campaña de nombre “Madres extraordinarias”, en las que 3 historias llegan a los corazones de hijos, madres y hasta los padres. “Para llegar a las 3 historias elegidas, la productora Pank hizo una búsqueda periodística de más de 70 casos de historias reales”, comentaron los DGC´s de la agencia. De esta forma Juanjo, Lila y Mariana son personas reales con casos reales que se convierten en imágenes y ejemplo de esta emotiva campaña.
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