En marzo de 1987, Nike estrenó el primer aviso publicitario de la historia que incluyó una canción de los Beatles. Para ello, le pagó una licencia de medio millón de dólares a Capital Records y a Michael Jackson, dueño de los derechos. La canción era “Revolution” (no la versión del Álbum Blanco sino la que salió en single, más acelerada y metalera).
La publicidad de Nike generó bastante controversia: mucha gente consideraba, no sin razón, que el catálogo de los Beatles era sagrado y no debía ser utilizado con fines comerciales. Un fan en particular se enfureció tanto que envió una tremenda carta al departamento de marketing y publicidad de Nike. La carta fue reproducida por el excelso sitio Letters of Note, donde también se afirma que hoy esa carta está enmarcada y colgada en las oficinas de Nike.
Ah, en julio de aquel año, los tres Beatles vivos en aquel entonces le hicieron juicio a Nike oponiéndose al uso de la canción en el aviso; hubo un arreglo económico en 1989.
A continuación, mi traducción de la carta.
“Esta carta de queja es la respuesta a su publicidad nauseabunda que vi ayer en la televisión. Con una completa falta de gusto, ustedes han creado un comercial para sus zapatillas Michael Jordan, que explota, profana e insulta a los fans de los Beatles y de la música en general. La degradación de la canción “Revolution” en el aviso es un aparente indicio de su falta de integridad como empresa. Su táctica, obviamente, es usar la popularidad universal de los Beatles para vender el producto. ¿Tan bajo han caído? ¿’Ya no hay nada sagrado’, como reza el dicho? Su única motivación es hacer más dinero, y en el proceso parece que no les importa haber pisoteado y ensuciado los hermosos recuerdos de millones y millones de personas en todo el mundo. La gente como ustedes me hace vomitar; rastreros, vacuos, pestilentes pervertidos. Su falta de sensibilidad solo es comparable con su exceso de odiosidad. Es cierto, han esperado que pasen casi siete años desde la muerte de John Ono Lennon; pero es obvio que no lo hicieron por respeto (¿qué es eso?).
Durante mis años de estudiante secundario, cuando jugaba al básquet, pasando por mí años de universidad y hasta el día de hoy, he comprado sus zapatillas. Sin embargo, les puedo asegurar que ni yo ni muchos de mis amigos jamás, JAMÁS, volveremos a contribuir con sus enfermantes tácticas de venta. Con gente como ustedes en el mundo, la eutanasia cuenta con muchas e inéditas posibilidades.
Gracias, y espero que se atraganten.
Muy cordialmente, (firma)”
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