Antes de crear este texto me surgieron varias ideas sobre qué escribir, ideas que fueron y volvieron, ideas que escribí y volví a borrar, pero ¿Qué son las ideas? Para mí las ideas son pensamientos que suceden cuando el tiempo no está acorde con el momento, ocurren en la ducha, cuando conduces el coche, a las 3 de la madrugada o peor aún, cuando no tienes un papel y un lápiz cerca. Pero cuando estas suceden son una expresión interna del cuerpo, como una llamarada de fuego combinadas con palabras, una efervescencia indescriptible. Esto es un prólogo de un publicista, donde día a día se nos ocurren grandes conceptos en momentos inesperados y no en un edificio, sentado frente a un monitor 8 horas al día y buscando referentes gráficos en Google Imágenes. La publicidad se debe vivir y sentir tanto como la música. Salir a buscar lo que las personas hablan y piensan así no sea el tema de tu marca, escuchar la voz de tu Target y observar hasta los gestos corporales, porque al final ellos serán los verdaderos portadores de tus ideas, hasta convertirlas en Top of Heart. David Ogilvy tenía una frase que para este escrito crea afinidad con lo que pienso: “Tengo la teoría de que los mejores anuncios vienen de las experiencias personales”. Por eso a este escrito le nombré Prólogo de un Publicista, porque somos ideadores de tiempo completo, nuestro cerebro siempre estará en movimiento sin importar día u hora, pero antes de crear cualquier idea o concepto se debe saber buscarla en las calles y con papel y lápiz en mano. Imagen cortesía de Shutterstock
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