Ahora mismo está sucediendo el mayor juicio antimonopolio en EE.UU. en décadas y Google está en el centro del escenario. Sí, el gigante de la tecnología se encuentra en un lío judicial choncho que podría sacudir los cimientos de internet tal como lo conocemos.
El caso se está llevando a cabo en el juzgado número 10 de los tribunales federales de Washington y promete ser un enfrentamiento de 10 semanas entre el gobierno de EE.UU. y Google. El juez Amit P. Mehta, nombrado por Barack Obama en 2014, será el encargado de dictar sentencia, aunque podrían apelar hasta llegar a la Corte Suprema.
¿De qué se trata todo esto? El Departamento de Justicia de EE.UU. acusa a Google de abusar de su posición dominante en los servicios de búsqueda en internet. Según el Departamento de Justicia, Google mantiene este dominio mediante acuerdos anticompetitivos que lo convierten en la opción predeterminada en navegadores, dispositivos y más.
El Departamento de Justicia afirma que Google paga más de $10,000 millones al año a fabricantes de dispositivos, empresas de telecomunicaciones y creadores de navegadores para asegurarse de que Google sea la opción predeterminada. Además, alegan que Google manipula las subastas de anuncios en línea para aumentar los precios para los anunciantes.
El argumento del gobierno es claro: Google ya no es el «buen chico» de Silicon Valley que una vez fue. Ha evolucionado en un guardián monopolístico de internet y uno de los conglomerados más ricos del mundo.
Entonces, ¿qué busca el gobierno? Quiere que se declare que Google actuó ilegalmente, que se detengan sus prácticas anticompetitivas y que se tomen medidas para reparar cualquier daño causado por su comportamiento.
Sin embargo, habría que comprobar que la posición de Google en el mercado está comprada, que realmente no hay una competencia real de parte de otros servicios de búsqueda y que los usuarios en lugar de elegirlo sólo lo aceptan porque es difícil cambiar a otro.
Por supuesto, Google no se quedará de brazos cruzados. Tienen para argumentar que su éxito se debe a mejoras constantes en su motor de búsqueda, no a prácticas anticompetitivas y si ha alcanzado el lugar predilecto dentro de los dispositivos también se debe en parte al desarrollo de una amplia gama de productos y servicios que han revolucionado la forma en que vivimos y trabajamos, su motor de búsqueda es rápido, preciso y fácil de usar. Además, no hay pruebas de que Google esté utilizando su poder de mercado para dañar a los consumidores.
El juicio promete ser largo y lleno de testigos, incluyendo a Sundar Pichai, CEO de Alphabet, la empresa matriz de Google. Las decisiones tomadas aquí podrían tener un impacto duradero en el futuro de internet y cómo las empresas tecnológicas operan en EE.UU.
Así que, en resumen, estamos ante un enfrentamiento importante en el mundo de la tecnología y el resultado podría cambiar el futuro de internet. ¡Estaremos atentos a este emocionante juicio! 🚀🔍
con información de Reuters y BBC Mundo