En un artículo reciente titulado «La Revolución de los Robots», se examina el impacto de la automatización y la inteligencia artificial en el mercado laboral, resaltando tanto las oportunidades como los desafíos que esta transformación conlleva.
El auge de la automatización y la inteligencia artificial está en camino de cambiar significativamente la dinámica laboral en los próximos años, según los análisis de destacadas fuentes como CNBC, Forbes y Goldman Sachs.
Aunque se prevé que algunos empleos desaparezcan debido a la adopción de robots y sistemas de IA, también se espera que surjan nuevas funciones y oportunidades relacionadas con estas tecnologías. La capacidad de los trabajadores para adaptarse y capacitarse en estas nuevas áreas será crucial para aprovechar las ventajas que trae consigo esta transformación.
Un estudio del Foro Económico Mundial revela que alrededor del 60% de las empresas de bienes de consumo y petróleo/gas anticipan una disminución en la demanda de empleo debido a la automatización en los próximos cinco años. Sin embargo, en contraste, un 60% de las empresas de servicios informáticos pronostican la creación de empleo a medida que adopten la IA. Este impacto diferirá según los sectores.
Ejemplos concretos de la transformación ya están emergiendo. La empresa de logística Zipline ilustra el potencial de la automatización mediante el uso de drones autónomos para entregas médicas, lo que incrementó significativamente la productividad. Asimismo, la escasez de mano de obra en el sector gastronómico ha llevado a la introducción de robots en la cocina para optimizar tareas, como es el ejemplo de Starbucks. Estas iniciativas reflejan el impulso que la automatización puede proporcionar en términos de eficiencia y eficacia.
Sin embargo, la automatización no está exenta de complejidades. Preocupaciones sindicales sobre la pérdida de empleos y la lenta progresión de regulaciones en países como Estados Unidos generan incertidumbre en la adaptación a esta nueva realidad. Como ya lo vemos actualmente con la huelga de escritores y actores de Hollywood.
El informe de Goldman Sachs sugiere que alrededor de 300 millones de empleos a nivel global se están viendo afectados por la IA. No obstante, la mayoría de estos empleos solo serán parcialmente automatizados. En regiones como Estados Unidos y Europa, hasta el 25% de los empleos podrían ser reemplazados por la automatización, pero la mayor parte de ellos serán potenciados por la colaboración con la tecnología, lo que podría impulsar el crecimiento económico.
La visión general es que, históricamente, la tecnología que reemplaza empleos también genera nuevas oportunidades y aumenta los ingresos a largo plazo. La clave reside en políticas adecuadas y en la preparación de los trabajadores para adaptarse y prosperar en este nuevo entorno laboral.
En última instancia, la colaboración entre humanos y máquinas definirá el futuro laboral. La adaptabilidad y la capacidad para aprender y reinventarse serán competencias cruciales en esta nueva era.
A medida que navegamos por este cambio, la educación y la capacitación se presentan como herramientas fundamentales para asegurar que la sociedad pueda prosperar en el mundo «automatizado» que se avecina. Estamos en el umbral de una era en la que la colaboración entre humanos y tecnología definirá el camino.
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