La marca Blue Banana ha lanzado su campaña más arriesgada e innovadora, titulada «What is lost» (Lo perdido), con el objetivo de concienciar sobre los riesgos del consumo irresponsable y el cambio climático. La campaña se centra en el viaje del aventurero João Amorim a la isla de Sumatra, considerado el último refugio en el planeta donde conviven tigres, rinocerontes, orangutanes y elefantes en una selva única que está siendo destruida para dar paso a plantaciones de palma aceitera.
El vídeo, publicado en Youtube e Instagram, así como las fotografías de la experiencia, forman parte de la colección «Eco-Travelers» de Blue Banana. Estos materiales buscan mostrar la realidad actual de la región y concienciar sobre su futuro inmediato si no se detiene la intervención humana. Las grabaciones y fotografías se realizaron con cámaras de Canon, socio y proveedor oficial de Blue Banana, y cuentan con la participación habitual de João Amorim, colaborador de la marca. A través de estas imágenes, se muestra la belleza de la biodiversidad de la isla, pero también la emergencia de un ecosistema devastado y en peligro de extinción. El protagonista reflexiona sobre su experiencia personal y la realidad que lo rodea en la isla indonesia.
Además, como parte de la campaña, la cuenta de Instagram de Blue Banana, seguida por más de 400.000 personas, ha dejado de mostrar fotografías idílicas para reflejar un futuro medioambientalmente trágico. El histórico de publicaciones fue eliminado y reemplazado por imágenes catastróficas que muestran playas llenas de basura, bosques deforestados y mares contaminados con botellas de plástico. Este cambio en la cuenta ha generado un gran revuelo entre los seguidores y ha generado numerosos comentarios en torno a la iniciativa.
Asimismo, las tiendas físicas de Blue Banana y los corners en El Corte Inglés también han sido utilizados para reflejar el impacto preocupante de la actividad humana en la naturaleza. Estos espacios cuentan con grandes pantallas digitales que solían mostrar deportes al aire libre y paisajes inspiradores, pero como parte de la campaña «What is lost», ahora proyectan un futuro distópico. Esta transformación ha generado desconcierto entre los amigos de la marca que han visitado estos lugares durante el fin de semana.