La buena gestión del marketing y el bienestar del consumidor están estrechamente relacionados, y con este vínculo claro, las compañías dejaron de priorizar el posicionamiento de un servicio o producto, para darle paso al impacto social.
Las empresas gozan de una oportunidad sin precedentes. Hoy, contar con reconocimiento y obtener licencia social no es parte de una simple narrativa. Lo que se busca es impactar en comunidades e influir de manera positiva en el desarrollo de sectores con necesidades y problemas específicos.
El marketing social tiende puentes desde varias trincheras, con la primicia de, más allá de posicionar una idea, producto o servicio, generar vínculos, impulsar actitudes e iniciativas de acción directa y aportar soluciones a necesidades específicas.
De acuerdo con un trabajo de Business Wire, de los consumidores que apoyan a marcas concretas, el 70% está interesado en tener información acerca de cómo estos corporativos abordan temas de responsabilidad social.
La conversión final se ve influenciada por la reputación y transparencia de las empresas.
El diseño de valores y estrategias que pueden mejorar las condiciones de su entorno, y al mismo tiempo influir en la posición de las marcas ante sus audiencias y stakeholders, resulta imprescindible.
Las plataformas digitales realzan la importancia de esta idea, ya que el marketing 5.0 plantea la unión entre tecnología y humanidad, con la aportación de herramientas que integran Inteligencia Artificial, Realidad Aumentada, Internet de las Cosas, Metaverso y muchos otros desarrollos.
Una mejor relación con el consumidor, con la digitalización de procesos y experiencias como eje central, acompañada de narrativas y acciones claras de gestión de criterios de sustentabilidad, responsabilidad social y propósito, completan las prioridades del marketing en la actualidad.
Aunado a una comunicación asertiva, bien dirigida y con segmentación de por medio, las empresas no solo obtendrán resultados en engagement, sino en gestión reputacional y fidelización de audiencia.
El cambio sigue su marcha, junto con el aumento de las expectativas que, tanto al interior como al exterior de las organizaciones, los grupos de interés experimentan.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tiene beneficios en distintas direcciones. Además de atraer oportunidades de negocio, las campañas con causa hacen que el talento se sienta más involucrado.
El 41% de los inversores millennials dedican esfuerzo a conocer las prácticas de RSE de una compañía, antes de tomar una decisión, mientras que solo el 16% de los empresarios baby boomers lo hacen, de acuerdo con una encuesta de Aflac.
La acción y coherencia de las empresas les permite gestionar con mayor estabilidad el apartado de colaboradores, aún más en un entorno que engloba diversas generaciones conviviendo dentro del mundo laboral.
En lo que respecta a los trabajadores millennials, el 44% suele afirmar que las empresas para las que trabajan deben apoyar iniciativas medioambientales, incluso cuando esto implique subir los precios.
Este porcentaje se reduce al 28% para la generación X, y llega al 35% para los baby boomers.
El marketing con impacto social es más que un diferenciador, es clave para gestionar la relación con stakeholders y entender cada una de sus expectativas y comportamientos.
Las empresas, por muchos años, han creado audiencias, redes, comunidades, y muchos otros elementos que, ahora, pueden alinearse para atender causas y problemáticas emergentes, y al mismo tiempo, posicionar sus mensajes clave en puntos y momentos estratégicos.
Autor: Mauricio Gutiérrez CSO Latin America, Managing Director México de JeffreyGroup
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