Un insight es aquella “verdad oculta” dentro de todas las personas o grupos sociales, la cual, al ser tocada por algún mensaje o concepto, hace que la persona reaccione para bien o para mal, sin siquiera darse cuenta de su por qué.
A veces nos emocionamos, enojamos, reímos o entristecemos con comerciales, programas o diversos contenidos que aparentemente no tienen un mensaje directo, pero que de alguna manera nos llegan hasta la última fibra. Justamente en este momento es cuando ese contenido ha tocado un insight que está directamente relacionado con nosotros.
Los insights son relevantes, dada la enorme cantidad de contenido existente, pues utilizarlos parece ser la única manera de poder destacar o lograr la preferencia por unos u otros contenidos en este nuevo mar de comunicación. Sobre todo, cuando esos contenidos deben ser de pocos segundos y deben competir por la atención de nuestros receptores.
¿Cómo encontramos las bases para que el contenido responda a un insight válido y potente?
El análisis de datos en altos volúmenes, o Big data, nos permite analizar patrones de comportamiento o respuestas del público ante los estímulos de los mensajes, lo que nos ayuda a ordenar e identificar insights de una manera revolucionariamente más eficaz.
Esto requiere una estrecha colaboración entre los equipos de ciencia de datos, de creatividad, de estrategia y de planeación como nunca se había visto en la comunicación. Pero con ello se asegura que los contenidos funcionen adecuadamente dentro de un rango considerable de eficiencia.
Esto de por sí cambia por completo el juego de la comunicación y de la creatividad misma, ya que por primera vez podemos darle cierta capacidad de certeza y medición cuantitativa a todo lo que propongamos creativamente.
Conectar es el objetivo, el dato es el medio
Dicho esto, influir sigue siendo una tarea compleja. ¿Qué oportunidades tenemos como marca? La respuesta a esa pregunta es otra pregunta: ¿qué quiere el usuario? Es más, ¿qué le preocupa al consumidor final? ¿Qué le interesa? ¿Qué le gusta? ¿Qué no? Y tras todas estas preguntas hay un objetivo: centrarnos en el cliente. Esto significa recoger y analizar datos para averiguar la respuesta a esas preguntas y poder plantear así una estrategia de contenido que sea tan relevante como legítima y diferencial.
¿Cómo lograrlo?
- El medio digital permite establecer una conexión entre marcas y personas de forma constante y recurrente. Esta conexión incide en el negocio. Para ello, resulta necesario que las marcas adopten una posición de humanización y creen contenido relevante para las personas.
- Este medio digital es sin embargo un contexto totalmente saturado de creadores y creaciones, lo que convierte en un reto esta conexión entre marcas y personas. En este sentido, resulta clave poner a la persona en el centro, y eso pasa por conocerla. Para ello es imprescindible el uso del dato, crear contenido basándonos en el análisis y no únicamente en la intuición.
- Igual de relevante para una comunicación eficaz es que los insights encontrados mediante big data sean tratados creativamente para que el contenido final perdure en la memoria de los consumidores y los lleve a la acción.
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