¿Qué tienen en común el sector automotriz, de construcción o belleza? Si bien son rubros muy diferentes, los tres dependen de uno mismo: el industrial; pues requieren de la extracción de minerales, diminutas piezas manufacturadas o maquinaria especializada para llegar a un producto final.
Esto solo es un ejemplo de la relevancia que cobra dicha actividad para la economía, no obstante, de acuerdo con el Informe “El desafío de la confianza en el sector industrial” de LLYC, esta industria aún enfrenta diversos retos para concientizar sobre sus procesos y construir una reputación adecuada.
La realidad es que genera empleos, contribuye con el desarrollo de las comunidades y aporta al PIB el 30.5 por cierto, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Sin embargo, lo que hemos observado es que, a pesar de que está alineada a normativas locales, nacionales e internaciones, todo el tiempo está este manejo de la percepción, está en el escrutinio público.
Anel Hernández, directora de Stakeholders Management en LLYC
De cara a este reto, el informe revela cinco puntos clave sobre los cuáles las empresas del sector industrial tendrían que enfocar la atención para crear mayor confiabilidad:
- Generar credibilidad más allá de la transparencia
- Talento, el mayor activo de las campañas
- Gestión de riesgos, más allá de los accidentes
- Partícipes de la conversación digital
- ESG, un compromiso con las próximas generaciones
Doris Vega, presidenta de Women in Mining para México, agregó que el reto es “cómo lograr que la comunicación externa e interna sea constante, congruente y consistente; no podemos solamente estar enfocados en comunicar hacia afuera y tratar de cambiar la percepción de las audiencias si nuestros propios colaboradores no están involucrados en ese proceso”.
Es un reto el tomar decisiones internas para efecto de abrirte, reconocer y el empoderamiento de tu gente, los necesitas, señaló Raúl Riquelme, vicepresidente de Relaciones Públicas de CANACINTRA. “La mejor forma es que cada uno de ellos esté comprometido, convencido de que no nada más está ahí porque necesita una fuente de ingresos, sino porque de donde la tiene es el mejor lugar donde quiso estar”, dijo.
Al respecto, el informe de LLYC también encontró que existe un sentimiento generalizado de orgullo por parte de los colaboradores del sector industrial, ya que requieren cierto expertise para desempeñar sus funciones, por ejemplo, operar maquinaria pesada.
Otro factor fundamental en la estrategia de comunicación de las organizaciones industriales es pasar del storytelling al storydoing, es decir, que los voceros no solo sean los colaboradores, sino también los beneficiarios, enfatizó Alfredo Phillips, director de Asuntos Gubernamentales de Argonaut Gold y miembro de la CAMIMEX.
“Ya no es suficiente contar la historia, tienes que hacer viva la historia. Tus voceros tienen que ser más que la empresa, que demuestren que sí hiciste las cosas, no nada más la platicaste, y el liderazgo de la empresa debe tener este reconocimiento de la importancia de ser parte de la vecindad, ser un vecino más”, declaró.
Sumado a lo anterior, también se pueden aprovechar las nuevas herramientas y plataformas digitales para no solo reflejar un liderazgo transparente, sino, también, para que comuniquen las acciones que hacen, sean evaluados, se anticipen, potencien la voz de su personal y eduquen a su audiencia sobre el detrás del sector.
El informe completo puede ser descargado aquí: El desafío de la confianza en el sector industrial.
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