Puestos a pedir, yo quisiera poder subirme a un árbol alto. Aferrarme al tronco y trepar sin caerme. Poder pararme en una rama y desde allí…otear. Otear todas las cosas que existen y que no puedo ver viviendo a ras del suelo. Puestos a pedir, yo pediría estar en esa rama alta del árbol inmenso y animarme a saltar hacia delante, al vacío. Agarrar esa liana que tengo enfrente. Balancearme en ella. Tomar impulso. Soltarla antes de que me haga volver atrás. Y así viajar. Tac, tac, tac, tac, tac… El maravilloso y casi imposible arte de soltar a tiempo. La única manera de avanzar. Puestos a pedir, yo pediría despojarme de todo lo innecesario que aún conservo. Ser más salvaje. Aprender a gritar, a oler, a husmear, elegir lo crudo, y lo silvestre. Puestos a pedir, prefiero callos en las manos, sudor, viento en la cara, que me duelan músculos nuevos cuando me vaya a dormir. Puestos a pedir, yo pido eso… trepar árboles otear horizontes, saltar al vacío, viajar en liana, jugar con leones. Estoy harto de los mundos virtuales. Feliz año nuevo. Que tengas un 2022 primitivo y bestial.
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