Si nos remontamos al inicio de los tiempos, desde las pinturas rupestres hasta los dibujos del Homo Sapiens, nos han relatado siempre una historia, una anécdota, una vivencia que nos ha ayudado a entenderlos y de alguna manera a evolucionar. Es así como desde el principio, las historias han dado vida a nuestras emociones, y la manera en que las contamos han marcado un antes y un después en el mundo. Pues bien, si las historias son las que mueven las emociones, y las emociones conllevan a tomar decisiones, en el Marketing está más que claro una cosa: “Si no emociona, no vende”. El storytelling es una poderosa herramienta para contar historias, pero no sólo eso, se trata de conectar nuestras emociones y sensaciones a tal punto de identificarnos con la narración, esta forma de Marketing formalmente inició en los 90, cuando se propuso lograr que los clientes recordaran fácilmente los mensajes y se identificaran con las marcas a través de las historias. El Marketing Emocional plantea dejar huella en el consumidor conduciéndolo a momentos y situaciones únicas. En fin, el significado que tiene para tus clientes obtener tu producto o servicio dependerá de lo que tu marca les hace sentir, es bien sencillo; el cliente ya no consume productos, el cliente consume experiencias. Antes de comenzar a elaborar tu estrategia de Storytelling ten en cuenta lo siguiente:
- Los valores de tu marca
- Un elemento emocionante.
- Un lenguaje basado en emociones
- Lo que diferencia tu marca del resto.
- Un aporte positivo.
- El enganche de tu marca para enamorar al cliente.
Ahora sí, comienza a vender emociones, comienza a contar tu historia… ¡Comenta y comparte! Imagen cortesía Shutterstock
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