La creatividad es la mejor aliada de los publicitarios, no obstante, también se puede convertir en ese amigo molesto cuando decide abandonarnos en los momentos de máxima tensión. Para poder exprimir nuestra creatividad al máximo es importante, en primer lugar, saber que la creatividad huye del estrés, el mal humor, el temor al rechazo o fracaso y los conflictos internos. Dicho esto, es más fácil entender por qué la creatividad siempre nos abandona cuando más la necesitamos. No obstante, a grandes problemas siempre se pueden buscar grandes soluciones: antes de que llegue el temido bloqueo, aquí tenéis unas cuantas claves para conseguir exprimir vuestra creatividad en cualquier momento:
- Que el cuaderno te acompañe: para los publicitarios su cuaderno ha de ser una extensión de su cuerpo, algo que siempre vaya con ellos. La inspiración nos puede asaltar en cualquier situación y todos sabemos que las ideas que surgen en un lugar y momento inesperado, sino se apuntan, desaparecen.Esas ideas que pueden no sernos de mucha utilidad en el momento que aparecen, estarán esperando en nuestra libreta hasta que llegue su momento. Cuando sientas que el bloqueo entra por la puerta, revisa tu cuaderno de ideas, quizás en él se esconda la clave para salir del laberinto.
- Deja tiempo para que tu capacidad creativa crezca: aunque los creativos disfrutemos con nuestro trabajo, también es importante dejar espacio para que nuestra mente descanse y se nutra de nuevos estímulos y conocimientos.Todo lo que nos rodea plasma referencias en nuestra mente a las que recurrimos en el momento de crear, por ello, agotar nuestros recursos y no dejar tiempo a nuestra mente para alimentarse puede desembocar en el peor de los bloqueos creativos.
- De vez en cuando organiza tu caos: la creatividad y el orden son dos cualidades que generalmente no van unidas. Por poner un ejemplo, rara vez el cuaderno de ideas de un creativo será agradable a la vista y de fácil comprensión. No obstante, también es importante que entendamos que ese desorden puede llevarnos a pasar por alto ideas maravillosas porque no sean visibles entre tanto caos o porque ni siquiera sean legibles.Para que el desorden no sea otro elemento en nuestra contra en los momentos de bloqueo, es necesario que periódicamente saquemos unos minutos a organizarnos: el cuaderno de ideas, nuestra zona de trabajo, el escritorio del ordenador, etc.
- Destina el tiempo necesario a cada proyecto: no aceptes más encargos de los que realmente puedas cumplir. La creatividad y la prisa son elementos generalmente incompatibles. Aunque la tensión ante los deadlines nos pueda dar ese empujón para que ideas brillantes vean la luz, es necesario que para ello se haya dejado un tiempo de reflexión. Intentar sacar el mejor de los conceptos o descubrir un insight memorable en media hora es misión imposible: como todos sabemos, la primera idea nunca suele ser la buena.
Para crear un gran concepto es necesario haber recopilado información y haberse empapado de la situación del cliente, así como haber estrujado nuestras neuronas y también haberles dejado el tiempo necesario para airearse y pensar inconscientemente en otros lugares que no sean la agencia. Para poder dar todos los pasos necesarios es importante contar con el tiempo necesario, recuerda no presionarte más de lo necesario, esto solo empeorará tu bloqueo.
- Inspírate con otros trabajos del sector, pero jamás copies: en ocasiones nos enfrentamos a clientes que pertenecen a una categoría de producto con la que nunca habíamos trabajado, o simplemente, aunque sí lo hubiéramos hecho anteriormente, en esta ocasión no encontramos la inspiración.En estos casos, nunca está demás echar un vistazo al trabajo de nuestros compañeros de sector pues, aunque nunca vayamos a plagiarles, sus ideas nos pueden abrir los ojos y sacarnos de esa idea prestablecida del cliente o de su producto que no nos dejaba avanzar fluidamente.
- Piensa en grupo, pero también en soledad. Las sesiones de pensamiento grupal son muy útiles y productivas si se llevan a cabo en confianza y correctamente: una buena idea vista desde diferentes perspectivas se puede convertir en una idea magnífica.No obstante, una vez la sesión grupal deja de ser productiva, es mejor dejar que cada uno de los compañeros piensen individualmente y revisen la información recopilada. La soledad nos ayudará a concentrarnos y a pensar tranquilamente sin estímulos ni distracciones externas.
Imagen cortesía Shutterstock
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