Dicen que la mejor forma de tener una buena idea es generar muchas. Producir ideas que sean al mismo tiempo novedosas y valiosas es algo más que hacer un brainstorming o sentarnos a esperar la iluminación. Es un trabajo que requiere tiempo, constancia y ejercicio. Hay momentos en la vida de todos nosotros que, repentinamente, sentimos que nos quedamos sin ideas. La fábrica deja de funcionar y entramos en pánico. Afortunadamente, la creatividad es una capacidad que podemos recuperar y activar con trabajo y constancia. Hoy ya no creamos solos o de manera aislada. La creatividad se construye por medio de la interacción entre nuestras ideas y las de los demás. Las experiencias no solo desarrollan nuestras habilidades, sino que también afectan a nuestras respuestas emotivas a cosas y eventos. Una forma de potenciar el pensamiento creativo es facilitar las condiciones para que se dé un determinado contexto para que la creatividad fluya, o bien, aprovechar eficazmente las oportunidades que brinda un determinado ecosistema. Haruki Murakami dice: «si lees los libros que todos los demás leen, solo podrás pensar lo que todos los demás piensan». Líneas arriba mencioné que la creatividad es una habilidad que puede desarrollarse con práctica y dedicación, así que me pareció oportuno compartir con ustedes algunos consejos para poner play y comenzar a desarrollar tu capacidad creativa.
- Establece mini metas. Corta tu desafío creativo en bloques o etapas —mini metas— para que puedas avanzar con un sentido mayor de satisfacción y éxito hacia tu reto principal.
- Sal a tomar café. Aprovecha esta oportunidad para rebotar tus ideas con otras personas, vincúlate con colegas o gente afín para conocer sus opiniones sobre tu idea. Todo feedback es valioso y de todo puedas sacar provecho.
- Genera un estado de atención relajada. Esto es ideal para no paralizar tu proceso creativo. En vez de pensar todo el día en una idea, desplázala hacia un costado y ponte a hacer otra cosa. Tu mente seguirá trabajando y se encargará que la idea fluya.
- Conéctate con tu usuario final. Este tip es sumamente útil si tu desafío creativo está orientado hacia la búsqueda de una idea para un servicio o producto para terceros. Es simple, busca conocer y escuchar —con atención plena— a tu usuario final para saber todo de él. Nútrete de su universo y encuentra los insights para que puedas innovar.
- Replantea tus preguntas. Frasea de otra forma, dale la vuelta a la formulación de los interrogantes para obtener otro punto de vista del problema. Esta acción también es muy útil para esquivar las frases asesinas de la creatividad.
- Ponte restricciones. Sí, sé que suena contradictorio, pero, el hecho de inventar o establecer límites o restricciones a tu creatividad puede llegar a definir mejor el problema a tratar ¡Haz la prueba!
- Manos a la obra. Todos, absolutamente todos, nos hemos enamorado de algún proyecto o idea de nuestra autoría. Le damos vueltas y vueltas, estiramos los plazos y siempre pensamos que se puede mejorar. Todo esto está muy bien, pero, déjame decirte que debemos saber aplicar el freno y avanzar hacia terrenos concretos.
- Realiza un compromiso público. Aprovecha la presión social para generar o resolver tus ideas o problemas. El hecho de manifestar públicamente tu desafío creativo creará un compromiso frente a tu foro para exponer los avances creativos. Puedes planificar reuniones o conversaciones periódicas para llevar a cabo este punto.
- Desarrolla tu confianza creativa. En otras palabras, fortalece tu seguridad en lograr aquello que te propones para incidir en el cambio del mundo que te rodea.
Pon en práctica estos consejos durante 21 días seguidos – que el es tiempo que tarda el cerebro en convertir una actividad en hábito – y cuéntame como te fue. De pilón: estudios científicos demostraron que la actitud creativa es mejor luego de una rica siesta. Ahora ya sabes que decir cuando Morfeo llame a tu puerta ¡Hasta la próxima y felices fiestas! Imagen cortesía de iStock
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