Alrededor del mundo de la publicidad se han originado un sinfín de mitos y leyendas que, cada año y cual sirena con su hipnótico canto, encandilan y seducen a una masa de jóvenes indecisos hasta engullirlos por completo en sus redes. Si, como todos ellos, estás barajando la posibilidad de adentrarte en esta magnífica aventura, déjame desvelarte algunos secretos que posiblemente aún no te hayan contado: 1.- El mundo publicitario es normal y mundano, quizás algo más divertido (o al menos lo es para nosotros) que el resto de oficios, pero nada tiene que ver con la imagen de lujo, fiesta, éxito y derroche del que nos ha dotado Hollywood y un sin fin de leyendas urbanas. Los que trabajamos en este mundo somos mortales, tenemos familia y un hogar que mantener. Es cierto que nuestro trabajo es sometido a la valoración del sector más veces de las que nos gustaría, y por ello asistimos a una gran cantidad de entregas de premios y eventos profesionales, entre otros, pero no hay que olvidar que estos forman parte de nuestras tareas y que pocas veces son la fiesta que prometían ser. 2.- Si quieres entrar en ella porque “es una carrera fácil”, no lo hagas. Si tu principal motivación para adentrarte en esta profesión es que, a diferencia de otras muchas, tendrás que estudiar poco y dedicar pocos esfuerzos para obtener el título universitario, permíteme aconsejarte que te dediques a otra cosa. O mejor aún, que recapacites hasta darte cuenta de que en esta vida no hay recompensa sin un gran esfuerzo. Poco a poco irás descubriendo que, en publicidad y comunicación en general, más que en ninguna otra rama, nunca se deja de estudiar y de aprender. Debemos estar dispuestos a ser unos eternos aprendices, a no perder nunca la curiosidad y a seguirle el ritmo a los constantes avances tecnológicos. También descubrirás que el aprendizaje puede convertirse en el mayor de los placeres si se lleva a cabo con la compañía y la actitud adecuadas. 3.- Si eres mujer y quieres desenvolverte en el ala creativa de la publicidad, prepárate para enfrentarte cada día a un terreno hostil en el que se ocultan minas explosivas bajo tierra. Es complicado ser una mujer creativa (a las cifras estadísticas y la experiencia propia y de mujeres cercanas me remito), pero también es cierto que las mujeres creativas somos fuertes y podemos con lo que nos echen, tenemos ese algo especial. Pese a que en las aulas universitarias haya una gran predominancia femenina, debes saber que lo cierto es que son muy pocas las mujeres que alcanzan puestos creativos, y menos aún puestos directivos en este terreno. No obstante, todo esto está cambiando y cada vez son más y más fuertes los colectivos que luchan por la equidad de género en creatividad publicitaria. Si es tu sueño, no lo dejes pasar solo porque sepas que no va a ser fácil, afrontar retos solo hará la meta más interesante. 4.- Al principio tendrás como mayor meta en la vida trabajar para una de esas agencias de tan sonoro renombre. Más tarde descubrirás que, como en cualquier otro ámbito, las agencias son el más puro reflejo de sus fundadores, y entonces buscarás trabajar en aquella que tenga los creadores y responsables más humildes y empáticos. Quizá llegue un momento en el que incluso te plantees emprender por tu propio camino y dar vida a una nueva agencia que responda a tus inquietudes y a las necesidades insatisfechas de unos clientes que vagan de una agencia a otra buscando aquella que dé respuesta a sus específicos requerimientos comunicativos. 5.- Aprenderás que la creatividad, pese a entender de reglas, pocas veces las sigue. Aunque destines todos tus esfuerzos en vislumbrar la mejor de las ideas, éstas te pueden abarcar en cualquier sitio que no sea tu lugar de trabajo, en el momento más insospechado e inoportuno. Aunque desde fuera pueda parecer que nos movemos en un continuo ciclo de diversión y recogida de premios por nuestros extravagantes delirios, con el tiempo descubrirás que no hay nada más lejos de la realidad. Las buenas ideas solo se alcanzan con trabajo duro, esfuerzo y exigencia, aunque muchas veces tengan su origen en una idea loca y feliz. También te darás cuenta de que los premios no solo los reciben las buenas ideas. El mundo de los concursos, las adjudicaciones de campaña y los premios, es un laberinto en el que no hay nada escrito: a veces puedes encontrar miles de salidas casi sin buscarlas, y otros días ni una sola aunque dediques todos tus esfuerzos. Habrás recorrido gran parte del camino el día que comprendas que la mayor recompensa no es un premio reluciente, sino la consecución de los objetivos requeridos para dar luz a tus clientes, sean del tamaño que sean. 6.- Pronto te darás cuenta de que lo de trabajar innumerables horas, sí es cierto. No importa si aún estás estudiando o si ya empezaste a trabajar, todo lo que tenga que ver mínimamente con el mundo publicitario te exigirá horas de sacrificio fuera del horario habitual para conseguir cumplir con todos los encargos pendientes exitosamente. Por ello, la cafeína y las bebidas energéticas se convertirán inicialmente en tus mayores aliadas, aunque con el tiempo, y por tu salud cardiovascular, aprenderás a sustituirlas por teína y a luchar contra la adicción. 7.- Deberás estar dispuesto a tratar con todo tipo de gente: desde los más cercanos, excéntricos y dicharacheros, hasta aquellos con el ego del tamaño de Rusia que no intercambiarían una palabra con un joven publicitario ni aunque les fuese la vida en ello. “Debo ser cordial y dejar en casa mis instintos homicidas” se convertirá en el mantra que rumiarás repetitivamente cada día cuando alguien intente deshacerse de tu entusiasmo inocente y juvenil. 8.- De los del ego grande, mejor huye. Aprende a valorarte y dignificarte. Muchos tenemos que pasar por periodos de prácticas no remuneradas para poder meter un pie en el mundo laboral y empezar a aprender lo que en él ocurre y a hacer las cosas cómo se requieren, básicamente es parte de nuestra formación. Esto no significa que tengas que permitir que te ninguneen y menosprecien por el simple hecho de estar aprendiendo. Por otro lado, es tu deber más que de nadie, marcar el momento en el que dejas de requerir esa “formación” y empiezas a prestar tus servicios profesionales que, como tales, deben ser remunerados. Los jóvenes no vivimos del aire y también tenemos una vida y, pese a que nos encantaría poder vagar de una agencia a otra cobrando con la tan ansiada experiencia, no todos nos lo podemos permitir. 9.- Este es un mundo para personas fuertes, luchadoras y persistentes: si eres de los que se ahogan en un vaso de agua, mejor no te adentres en este gran océano que es la Publicidad. Si lo que quieres es brillar fuerte y rápido, debes saber que solo los mejores pueden permitírselo. Si lo que quieres es ver hechas realidad tus ideas de manera inmaculada y pura, entonces prepárate para trabajar después de tu jornada laboral por tu cuenta y en la intimidad de tu casa. En una agencia las ideas nunca son de uno, sino que una idea aceptada inicialmente es peloteada, reinterpretada, enriquecida, manoseada y filtrada numerosas veces antes de ver al fin la luz. Por ello, y si de verdad quieres ver tus copys o tus artes impolutos y sin la intervención ajena, tus conceptos inalterados y tus campañas realizadas a tu imagen y semejanza, crea un blog o una web, dedícate a hacer truchos y a enriquecer tu portfolio… Haz lo que quieras, pero haz algo o, de lo contrario, la frustración, la presión y la fatiga emocional se apoderarán de ti y te invadirá el duende del bloqueo creativo. 10.- El futuro de todo publicitario es incierto, con el tiempo aprenderás que, aunque en un determinado momento las cosas vayan bien y parezcas estar en la cima de la ola, siempre es conveniente ser previsor, y sobretodo humilde, para cuando lleguen tiempos peores. En publicidad, una casualidad puede convertirse en el mayor de los logros de un publicitario o de una agencia (véase el caso de cómo nació “Just do it” de Nike) y, de la misma manera, un simple error puede convertirse en la peor pesadilla para todo un equipo. 11.- La Publicidad te enamorará. Si finalmente esta profesión resulta ser la tuya, habrá alguna parte de ella que te enamore hasta lo más profundo de tu ser. En cada una de sus áreas hay algo que, inexplicable e inevitablemente, causa adicción a sus adeptos. Sentirás un amor puro y sincero que te obligará a dar lo mejor de ti para sacar lo mejor de ella y, si no es así, te aseguro que estás en el mundo equivocado. imagen cortesía de iStock
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