En el consultorio de un doctor, llegan a diario pacientes, muchos de ellos serán sorprendidos con un cáncer detectado, otros podrán saber que aunque no padecen de una grave e incurable enfermedad su vida está en riesgo por su incorrecta alimentación, falta de sueño, ejercicio u otra área. El médico que los atiende les dirá exactamente qué deben hacer, cuándo y cómo: “Tienes que ser ingresado cuanto antes”, “Tienes que entrar ya mismo en una radioterapia”, “Duerme al menos 8 horas”, “come esto u aquello”, supongo que le explicará que le espera a su paciente en caso de no hacer lo que el experto en materia está mandando y claro está, que si le interesa mantenerse con vida y salud, sin titubear éste hará lo que le están ordenando. Pero, ¿Qué tiene esto que ver con un nosotros? Publicista, mercadólogo, copy’s, diseñador, y cualquier creativo, ¿Cuántos clientes llegan hasta nosotros con un “problema” que resolver? (“Necesito tener un logo”, “quiero crear un producto con estas características”, “Creo que necesito reestructurar mi imagen corporativa” etc.) Tal como un doctor haría con su paciente, le dirá que es realmente lo que tiene qué hacer, todo va de maravilla, mientras le explicas que lo que realmente necesita es (…) (Interrumpe el cliente) ¡ALTO! ¡Mejor hagamos esto! Pongámosle estos colores, y pensemos ya en otro envase, creemos más productos en la misma línea. ¿Qué? Se supone que hay un creativo aquí, un mercadólogo, un publicista, un diseñador, es importante tomar en cuenta y escuchar a nuestros clientes, pero aunque suene egocéntrico, ¡El doctor soy yo!, al médico se obedece sin titubear, ¿Por qué muchas veces a nosotros no? volvamos por un momento al consultorio: -Doctor: Te decía, Larry, que tienes que comenzar lo antes posible con la radioterapia. -Larry: Tranquilo doc, yo me siento perfectamente bien, y no creo que tenga que iniciar ahora, si vuelvo a sentir otro síntoma prometo volver a la consulta y veré si hago eso que pide, pero por ahora todo está bien, ¡no necesito eso! Muchos clientes, andan buscando a un consejero al cual darle “algo” de dinero por una “sugerencia gráfica”, no están buscando una solución, ellos dicen tenerla pero de algún modo extraño necesitan de ti, llegan a muchos de nosotros con una idea hecha de lo que quieren ¿Y qué? ¿No puede el cliente saber los objetivos de su campaña? ¿No puede saber qué tipo de comercial quiere? ¡SI! Pero aun así quien ya tiene experiencia en branding no es el ¡Eres tú!, no podemos seguir siendo “Creativos consejeros”, debemos ser los “doctores” que brinden esa solución estratégica para la empresa, que brinden esa solución gráfica. ¿Por qué creativos consejeros? Porque un consejero no te dice “que tienes que hacer”, sino lo que “el piensa” que debes hacer, desde su punto de vista personal, sin asegurarte nada a cambio. Somos los creativos que tenemos que garantizar el éxito de una campaña publicitaria, nosotros aseguramos el éxito en un plan de medios, y con esto no hablo de cerrarnos en una burbuja sin escuchar a nadie solo porque tenemos estudio y experiencia, ¡Nosotros podemos equivocarnos!, de hecho, cuando tenemos bloqueos mentales una de las mejores cosas que podemos hacer es salir y escuchar a otros. Entonces ¿Por qué ser consejeros en vez de enfrentar a nuestros clientes con paciencia y decirles qué puede funcionar y qué no? Al fin y al cabo, no se critica a las empresas que lanzaron la campaña, sino a las agencias que hicieron el plagio, o simplemente fracasaron en dicha publicidad.
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